A menos de tres meses para que lleguen los comicios del 28 de mayo, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, sigue afrontando este año electoral sin unos nuevos Presupuestos, tras la aprobación hace unos días de los de Cataluña y la votación favorable, esta vez sin errores, de la ley de acompañamiento a las cuentas de Castilla y León el pasado 22 de febrero. Es la única región con las Cuentas pendientes, aunque no parece que eso preocupe especialmente a la dirigente popular.
En la Comunidad de Madrid, el distanciamiento entre el PP y su socio preferente, Vox, hizo imposible el acuerdo sobre los Presupuestos de 2023 y provocó la prórroga de las Cuentas de 2022, las únicas a las que se dio luz verde en los cuatro años de mandato (en dos legislaturas distintas) que acumula la dirigente conservadora.
Hasta principios de diciembre, todo apuntaba a que los populares y la formación de derechas pactarían las partidas del año que viene, pero el grupo que en la autonomía lidera Rocío Monasterio presentó sus enmiendas al proyecto fuera de plazo, Génova no quiso hacer una excepción para que la Asamblea regional las admitiera. Los de Santiago Abascal respondieron anunciando su voto en contra de la propuesta, condenándola de esta manera al fracaso.
Lógicamente, las relaciones entre los dos partidos no son nada buenas, aunque también son conscientes de que las urnas decidirán si tienen que unirse en un Ejecutivo o no.
Para Ayuso, la situación ideal es la que vive su compañero de partido Juanma Moreno en Andalucía, donde no depende absolutamente de nadie. Así, tras su histórica mayoría absoluta cosechada en junio de 2022, no tuvo que mirar hacia la derecha buscando a Vox porque no le necesitaba ni a la izquierda a Cs porque, aparte de ese argumento, había desaparecido.
Supercontrato de trenes
Las encuestas que se manejan dentro del PP madrileño señalan que Ayuso bordea la mayoría absoluta, con lo que eso implicaría. No obstante, hay un supercontrato de trenes del Metro de Madrid que quizás no pueda esperar mucho tiempo. Se habla de más de 800 millones de euros para la renovación de parte de la flota de trenes y los gigantes del sector ferroviario están a la expectativa. Así pues, esa sería una buena razón para que los equipos de la presidenta y Monasterio se sentaran en busca de un acuerdo.
Algo parecido sucede también en el Ayuntamiento de la capital. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, buscó el respaldo de Vox, pero la exigencia de este partido de eliminar las restricciones a la movilidad en el centro de la ciudad frustró la negociación.