La pandemia dispara un 20% los seguros de salud privada

Leo Cortijo
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Justo antes del COVID, apenas 22.700 conquenses mantenían activo un seguro privado, mientras que al cierre del año pasado esa cifra superó los 27.200, lo que representa en torno al 14 por ciento de la población.

Cuenca lidera el ránking regional en cuanto a crecimiento de pólizas de seguro privado durante los dos últimos años. - Foto: Óscar Solorzano

El coronavirus puso contra las cuerdas el sistema sanitario público. Durante los peores momentos de la pandemia –hace justo ahora dos años–, el maldito virus que ha marcado para siempre nuestras vidas hizo aflorar las costuras de la sanidad española. En ese complejo contexto, nunca antes conocido y cuando más arreciaba la tormenta, no fueron pocos los que decidieron tomar cartas en el asunto y apostar por el sector privado, que no presentaba esos niveles de saturación. Los datos así lo ponen de manifiesto, y es que el COVID ha disparado en prácticamente un 20 por ciento el número de personas con seguro de salud privada en territorio conquense.

Según las estadísticas de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa), en 2019, justo antes de la pandemia, 22.741 conquenses mantenían activo un seguro privado, mientras que el ejercicio 2021 se cerró con 27.255, es decir, algo más de 4.500 pólizas nuevas en solo dos años. Unos guarismos nada desdeñables, pues suponen casi el 14 por ciento de la población de la provincia. No en vano, Cuenca lidera el ránking regional en esta materia. Unos peldaños por debajo se encuentra Toledo, con un 19 por ciento de incremento. Varios pasos atrás, Ciudad Real (16 por ciento) y a la cola, Albacete (11,5) y Guadalajara (10,5). La media regional se sitúa en los 15,5 puntos porcentuales, al pasar de 300.877 asegurados a 348.214. Hay que destacar que estos datos corresponden a prestación de servicios sanitarios. No incluyen, por tanto, las magnitudes del seguro de subsidio de salud.

Desde Unespa consideran que es «importante» tener en cuenta que las atenciones que presta la sanidad privada son atenciones que «se ahorra» el sistema público sanitario, y es que «quienes contratan un seguro de salud hacen uso del mismo y, aunque pueden ir a la sanidad pública como cualquier contribuyente, van a la privada y alivian así la carga de trabajo que tienen los centros públicos». Uno de los fenómenos que impulsa la contratación de seguros de salud es su «creciente aceptación como mecanismo de pago en especie». Fuentes del colectivo de entidades aseguradoras explican que muchas empresas han incorporado el seguro de salud para sus trabajadores como concepto retributivo complementario. «El seguro de salud es, de hecho, uno de los beneficios sociales más valorados entre la plantilla y esto hace que los seguros constituyan una herramienta de atracción y retención de talento». Además, añaden, «contribuyen a reducir el absentismo laboral».

Durante la pandemia. La contribución del sistema sanitario privado al sistema nacional de salud se ha puesto de manifiesto durante la situación generada por la COVID. «El sector asegurador ha facilitado el acceso a atenciones a enfermos de coronavirus», recalcan desde Unespa, y es que «también ha sufragado pruebas diagnósticas a millones de personas». A través de actuaciones como éstas, «el seguro ha contribuido a la contención de la pandemia en el país».

Los seguros médicos tienen éxito porque son productos que se comercializan a precios «competitivos y accesibles», la oferta disponible es «amplia» y plantea «características diferenciales». Así lo consideran desde la Unión, y es que «los seguros de salud ofrecen tratamientos innovadores, permiten contar con opciones terapéuticas complementarias y acceder al especialista rápidamente, coberturas complementarias como la asistencia bucodental y suelen tener cobertura en el extranjero». Estas características, rematan al respecto, «han motivado el crecimiento sostenido de la facturación del seguro de salud en las últimas tres décadas».