Los hosteleros suplican que termine tanto «vaivén»

Leo Cortijo
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El sector ve con buenos ojos que pueda volver a abrir el interior de sus locales al 50 por ciento del aforo, pero se muestra «cansado» de trabajar en estas circunstancias porque eso genera «intranquilidad e inseguridad».

Además de disponer de las terrazas, los hosteleros podrán despachar en el interior de sus negocios al 50 por ciento del aforo. - Foto: Reyes Martí­nez

Un nuevo giro de timón. Si hace poco más de una semana entraba en vigor el nivel 3 de medidas y la hostelería de la capital se veía abocada a cerrar el interior de sus locales, hoy esa restricción se ha levantado y vuelve de nuevo a despachar en sus negocios sin tener que depender únicamente de la terraza. Ahora podrán abrir al 50 por ciento de su aforo en el interior y al 75 en el exterior. Así lo ha dictaminado el Gobierno regional, entendiendo que la estabilización de casos y la capacidad asistencial del sistema sanitario permite relajar las medidas restrictivas. Una relajación que desde el sector, como no puede ser de otra manera, ven con buenos ojos, aunque se muestran «cansados» de trabajar entre tantos «vaivenes».

«Estamos despistados, no encontramos nuestro lugar... una semana tenemos unas condiciones para trabajar, a la siguiente tenemos otras y a la tercera ni siquiera tenemos», apunta con pesar el presidente de HC Hostelería Casco Antiguo, Cristian Sánchez, que pone el foco en el trastorno que esto supone a la hora de planificar su día a día en la empresa. En esta misma línea, su homólogo de la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo, José Manuel Abascal, entiende que estas «agitaciones y movimientos» resultan «absurdos» y que lo único que provocan es «engrosar las deudas», pues tras cada cierre y tras cada apertura «hay mucho dinero en juego». Además –incide– de los «líos burocráticos y administrativos» que supone, circunstancia que les está «desquiciando».

Ambos representantes sectoriales vuelven a repetir, inasequibles al desaliento, que el repunte de los contagios no se produce tanto en el ámbito hostelero, sino más bien en las reuniones y encuentros privados. Sin embargo, entienden que siempre son ellos los que pagan los platos rotos y que eso es fruto de una falta de organización. Sánchez, sin ir más lejos, solicita «más confianza» en el sector y coherencia a los que rigen los mandos de la nave: «Ya sabíamos que en este año tan malo iba a haber pérdidas, pero por lo menos había que intentar minimizarlas con un poco de planificación desde las administraciones».

Los hosteleros sienten que viven en una espiral de incertidumbre y que a pesar de que ahora ha salido cara, no es descartable que dentro de unos días vuelvan a la casilla de salida. Avanzar y retroceder ha sido su sino todos estos meses, y eso les genera intranquilidad e inseguridad. «Creemos que debe haber la suficiente experiencia después de un año para poder gestionar esto de otra manera y darnos seguridad», subraya el responsable de HC Hostelería, y es que «llega la hora de cuidar a este sector, del que vive mucha gente en este país y que ha sido el gran señalado y castigado». La forma de hacerlo, amplía Sánchez, es sentándose con sus representantes para elaborar un plan «serio» y poder trabajar «de una manera ordenada donde se sientan seguros empresarios, clientes y trabajadores».

Abascal, por su parte y en vista a las idas y venidas, centra el tiro en la vacunación, para que se lleve a cabo «lo más rápido posible» como «única salida» a esta compleja situación. Entre tanto, también pone el foco en los cierres perimetrales, algo que a su juicio «no tiene sentido» en este momento y que ahora mismo es el «gran impedimento» de los negocios hoteleros y de los alojamientos rurales. Cerrado el grifo del turismo madrileño y valenciano, fundamentalmente, este subsector tiene difícil encontrar visos de mejora. La relación con estas otras comunidades, entiende Abascal, es muy estrecha, y sin ellas los hoteles y los alojamientos de la provincia tienen «muy complicado» poder salir del agua y respirar.