El uso de pellet se dispara un 30% en un año

Leo Cortijo
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La venta de sistemas de calefacción a través de este combustible ecológico crece en paralelo al incremento de las facturas del gas y de la luz, lo que ha supuesto un «buen espaldarazo» para las empresas del sector.

José Manuel Pérez, gerente de Clima Cuenca, apila sacos de pellet en su nave ante la llegada del invierno. - Foto: Reyes Martínez

Es un material totalmente reciclado, limpio, seguro, potente, sostenible y ecológico. Así, no es de extrañar que una buena nómina de expertos en la materia coincidan al señalar que el pellet es el combustible del futuro. Propiedades y características aparte, lo que resulta evidente es que, hoy por hoy, esta fuente de energía es mucho más económica que la luz eléctrica o el gas, que han disparado sus precios y, por tanto, los pertinentes recibos. Tras un otoño que se ha hecho de rogar más de la cuenta, el invierno ya asoma a la vuelta de la esquina y con él, el frío helador. Las familias velan armas para lo que está por venir y no son pocas las que han decidido cambiar el sistema con el que calientan su hogar con el fin de evitar sustos a final de mes.

La comercialización de sistemas de calefacción a través de pellet ha crecido como la espuma de un tiempo a esta parte. Una tendencia que en el último año ha crecido en paralelo al incremento exponencial de la energía convencional. En «un 30 por ciento» lo cifra una de las voces más autorizadas en este sentido en territorio conquense, José Manuel Pérez, gerente de la empresa Clima Cuenca, la compañía más representativa del sector en la provincia. «Llevo 18 años colocando estufas de pellet y cada año vamos a más», comenta para atestiguar que los últimos meses han supuesto un «espaldarazo más» para el sector.

Pérez comenta que «desde hace un tiempo» se ha notado un incremento «notable» de personas que precisan información sobre el pellet. Algunos de ellos tienen un conocimiento muy exiguo de lo que supone este combustible de biomasa granulado. Una parte de esos clientes piensan en las calderas y las estufas de pellets conforme se empezó a popularizar su uso hace ya algunas décadas. Nada más lejos de la realidad, pues los sistemas han evolucionado una «barbaridad», argumenta el máximo responsable de Clima Cuenca. «Ni la calidad del pellet es la misma ahora que antaño, ni tampoco la comodidad de limpiar la estufa, ni tampoco el servicio técnico», afirma. Ahora –remata–, hay que desterrar ese concepto de estufa individual de pellet que da calor en una zona determinada, para entender que ya son auténticos «sistemas de climatización».

Comodidad, limpieza, sostenibilidad... pero ante todo y sobre todo eficiencia energética y, de la mano, ahorro en el bolsillo. La producción de calor generada por pellet es aproximadamente un 50 por ciento más barata que con los combustibles fósiles. Es un producto neutro en cuanto emisiones de CO2, por lo que el dióxido de carbono que genera en su combustión es muy inferior al de otros combustibles fósiles. Además, ha sido previamente compensado por los pinos de los que procede, que han absorbido el CO2 de forma continuada durante toda su vida en el monte antes de transformarlos en este material.

Rebaja del IVA hasta fin de año. El Pleno del Congreso vota este jueves el decreto ley que rebaja entre octubre y diciembre el tipo del IVA aplicado en el recibo del gas natural del 21 al 5 por ciento, una medida que el Gobierno no descarta ampliar al próximo año. La aplicación de la medida durante estos próximos tres meses aportará un ahorro total de 190 millones de euros, según estima el Gobierno, y se aplicará a todos los suministros, incluido el destinado a calderas de comunidades de vecinos. La reducción también se aplicará a pellets, briquetas y leña, sustitutivos ecológicos del gas natural procedentes de biomasa y destinados a sistemas de calefacción. Como cada decreto ley, debe someterse a votación en el plazo de 30 días para su convalidación o, en caso de no contar con apoyos, ser derogado.