La Catedral está en buenas manos

Redacción
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El templo conquense fue protagonista de un simulacro de emergencia, organizado por la Dirección General de Protección Ciudadana, en colaboración con el Ayuntamiento de esta localidad y el Obispado

La Catedral está en buenas manos - Foto: Reyes Martínez

La Catedral de Cuenca ha sido la principal protagonista de un simulacro de emergencia, organizado por la Dirección General de Protección Ciudadana, en colaboración con el Ayuntamiento de esta localidad y el Obispado. La hipótesis del ejercicio ha consistido en un incendio iniciado en los baños del templo, que evoluciona y se propaga a las inmediaciones del archivo catedralicio, amenazando valiosos documentos y obras de arte, y provocando el derrumbe de parte de la techumbre cercana al mencionado archivo, lo que deja a varias personas atrapadas entre los escombros.

El mencionado incendio, tras propagarse por la Catedral, se extiende al exterior del templo y prende en la vegetación de la Hoz del Huécar. Las llamas van evolucionando en dirección al castillo. Para hacer frente a los acontecimientos, la dirección de emergencias lleva a cabo un análisis de la situación en el vehículo de coordinación, que opera como Puesto de Mando Avanzado, y se activa el Plan Territorial de Emergencias de Castilla-La Mancha (PLATECAM), en fase de emergencia nivel 1.

La situación obliga también a montar un Hospital de Campaña para hacer el triaje a los heridos y a instalar un albergue de Cruz Roja para atender a los clientes y al personal de la Posada San José, que han sido evacuados del edificio al verse afectado por el incendio.

Más de 200 participantes. El consejero ha pedido disculpas a los vecinos y vecinas que hayan podido verse afectados por las molestias, pero se ha mostrado convencido de que son conscientes de la necesidad e importancia de realizar este tipo de ejercicios, al tiempo que ha mostrado su agradecimiento a todas las instituciones que han colaborado en el desarrollo de este simulacro, que ha movilizado a más de 200 personas. De ellas, alrededor de 150 forman parte de los grupos intervinientes: Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, Policía Local, Bomberos municipales, Bomberos forestales, Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, Servicio de Protección Civil, agrupaciones de Protección Civil de Cuenca, Tarancón, Minglanilla, Valle de Altomira, Horcajo de Santiago y Cañete; Cruz Roja Española y personal técnico de la Delegación de la Junta en Cuenca y del Servicio de Emergencias 1-1-2, además de trabajadores de los servicios de Protección Ciudadana y de Patrimonio y Arqueología de la Junta.

Efectivos los que hay que sumar a 50 figurantes del instituto 'Fernando Zoel', estudiantes de los Ciclos Formativos de Grado Medio en Emergencias Sanitarias y Emergencias y Protección Civil y de Grado Superior en Coordinación de Emergencias y Protección Civil.

Un total de 26 simulacros y 33 activaciones de planes de emergencia. El titular de Hacienda y Administraciones Públicas ha incidido en que se trata del primer simulacro organizado por el Gobierno regional en un bien patrimonial de estas características, el segundo llevado a cabo en Castilla-La Mancha este año desde el 1-1-2 y el número 26 desde 2016.

Además, en estos últimos seis años, el Servicio de Emergencias ha participado en más de 800 simulacros organizados por otros organismos e instituciones y desde 2015 se han activado los distintos planes de emergencia en 33 ocasiones, como sucedió con la borrasca Filomena, que supuso movilizar más de 13.000 efectivos entre todas las administraciones y más de 1.700 medios materiales. Los simulacros son una herramienta fundamental para ejercitar los sistemas preventivos y de actuación en emergencia, imprescindibles para garantizar la seguridad de las personas, de los bienes y del medio ambiente ante una situación de este tipo.