PP, Vox y Cs se desmarcan de los Presupuestos

EFE
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Los partidos consideran que las medidas solo buscan asegurar el futuro de Sánchez en Moncloa. Los socios de investidura sí ven viables las cuentas pero reclaman su cuota de participación en el trámite parlamentario para que se atiendan sus demandas

La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra - Foto: Ricardo Rubio

Mientras PP, Vox y Cs se han desmarcado de los Presupuestos aprobados este martes y descartan que haya margen para negociar, los socios de investidura del Ejecutivo ven opciones de mejora en las cuentas que han pactado PSOE y Unidas Podemos, aunque hayan quedado fuera demandas importantes para la izquierda.

Demandas que son nucleares incluso para los socios morados de la coalición, como es la ley de vivienda y la derogación de la ley mordaza que querían vincular a los Presupuestos y que, como ha dejado claro la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el caso de la ley de vivienda, no entrará de nuevo en el debate presupuestario.

Otro de los tropiezos en la negociación entre ambos ha sido a cuenta del incremento de la inversión en Defensa, y a pesar del rechazo de Unidas Podemos, el gasto se incrementará un 25 % en 2023 para ir cumpliendo con el compromiso de Pedro Sánchez con la OTAN de llegar al 2% del PIB en 2029.

Pese a no haber contentado del todo a la parte morada del Gobierno, este ha dado luz verde a un proyecto de Presupuestos, que esta semana entra en el Congreso, con un importante incremento en el gasto social.

Incluye subidas de las pensiones, aumentos del más del 6% en partidas como educación y sanidad, o la extensión de las ayudas aprobadas este año para suavizar los efectos de una inflación desatada, como son los abonos gratuitos de tren.

Hay otras medidas a las que Unidas Podemos pone su sello y que han salido adelante, entre ellas un permiso de ocho semanas para el cuidado de menores hasta los 8 años y la ampliación de la renta crianza de 100 euros al mes para hijos de entre 0 y 3 años, aunque para esta formación las medidas destinadas a la protección de la familia tampoco han cumplido del todo sus expectativas.

Entre los grupos que sostienen al Ejecutivo hay bastante consenso en que los presupuestos suenan bien pero todos han reclamado su cuota de participación en el trámite parlamentario para que se atiendan sus demandas, recordando al Gobierno que no tiene mayoría suficiente para aprobar los presupuestos.

Mejorar el día a día de la ciudadanía vasca y navarra es lo que persigue el PNV, que afronta la negociación "sin líneas rojas" y sin más concreciones, un voluntarismo que también han expresado desde EH Bildu, pidiendo más en particular medidas para la clase trabajadora.

Los republicanos catalanes han estado más fríos al asegurar que es un mal comienzo que arranque una negociación sin medidas que frenen los precios abusivos de los alquileres o en materia de desahucios, aparte de avisar al Ejecutivo de que el pressing no le va a funcionar.

En la bancada de la derecha las críticas han subido más el tono, empezando por el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha calificado de "antisociales" los Presupuestos desde el punto de vista de las rentas medias y bajas porque son las que soportan la carga fiscal.

Mientras, para su portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, solo buscan asegurar el futuro de Sánchez un año más en la Moncloa.

Por ahí va también Ciudadanos porque, según Edmundo Bal, estas cuentas van destinadas a "financiar la campaña más larga y más cara de la historia" y eso sin saber "qué precio ponen los separatistas y nacionalistas" vascos y catalanes.

Y los de Santiago Abascal tiran igualmente por tierra los presupuestos porque creen que son los "más gastones de la historia" en el "peor momento económico" de las vidas de los españoles.