El proyecto medioambiental Mares Circulares de la Fundación Coca-Cola, que se desarrolló por segundo año consecutivo el mes pasado en la pradera de la ermita de Riánsares de Tarancón, logró recoger más de 40 kilos de residuos.
Con el apoyo del Ayuntamiento, la cifra de participantes llegó a los 80, entre miembros de asociaciones, como Nueva Luz o el Centro Ocupacional, y de centros educativos, como el IES La Hontanilla. También colaboraron con esta acción sostenible voluntarios de Vitasa o Chelonia, junto con técnicos del propio Consistorio.
Esta misma jornada de sensibilización e inclusión, que incluye también formación previa a la recogida, se desarrolló también en la localidad conquense de El Provencio, junto al río Záncara. En concreto, en este municipio participaron más de 80 personas, del colectivo Adina, el instituto y voluntarios de diferentes entidades, y los kilos de residuos que se recogieron fueron más de 68.
De otra parte, junto al río Cigüela, dentro de Castilla-La Mancha, la misma actividad también se desarrolló en el municipio toledano de La Puebla de Almoradiel, con casi 80 participantes también, sobre todo el instituto Aldonza Lorenzo y el colectivo Apam, y la recogida de más de 127 kilos de residuos.
«Lo importante es la concienciación, la importancia de impulsar la economía circular entre la población en general, y en especialmente en los jóvenes, y aquí en Castilla-La Mancha en torno a tres ríos que son afluentes de la Tablas de Daimiel», destacan desde Mares Circulares de la Fundación Coca-Cola.