La campaña de miel milflores cae un 50 por ciento

Redacción
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La Asociación Provincial de Apicultores confirma que a la baja producción se une la pérdida de enjambres

La campaña de miel milflores cae un 50 por ciento

Los apicultores de la provincia no tendrán buenos recuerdos de este 2019 que se encamina en breve a su adiós. La cosecha de este año, en términos generales, será muy inferior respecto a 2018. La falta de agua ya había condicionado la recogida de miel de romero, que allá por el mes de junio cerró con una caída considerable de la producción. No obstante, el presidente de la Asociación Provincial de Apicultores de Cuenca (APAC), Isidro Marín, se atreve a afirmar que la cosecha de miel milflores «es aún peor. Calculo que entre el 40 y el 50 por ciento menor sobre lo que se recogería en un año normal».   

Y es que, en términos globales, el apicultor cosechará prácticamente la mitad de lo que debería haber producido. La ausencia de agua a lo largo de verano, y consecuentemente de flores, ha acabado por supeditar también la cosecha de miel milflores, que suele recogerse desde principios de otoño.

Otra mala consecuencia que se añade a la baja producción es la caída de una gran multitud de enjambres. La buena temporada de 2018 propició que se multiplicarán las colmenas y la cabaña apícola llegara a las cerca de 50.000, pero la regeneración «no ha sido buena», comenta el representante de los apicultores de Cuenca, quien recuerda que «las abejas son muy delicadas. En cuanto falta el agua la planta se retiene y no aporta lo que necesita, y esa falta de líquido es esencial para las abejas».

Marín cuenta que el mal año no es un hecho aislado para los apicultores de la provincia, puesto que ha corroborado que el comportamiento de las abejas ha sido similar en otras comunidades autónomas productoras de miel. «Ha sido un verano muy seco por todo el país», dice, aunque se muestra esperanzado pues las lluvias de otoño «están siendo las habituales, lo que debería ser». En cualquier caso, señala, «las precipitaciones de finales de otoño, que no son torrenciales, permiten que las plantas se recuperen. Si todo transcurre de manera normal, el romero y otras plantas  leñosas almacenarán reservas y se recuperarán para afrontar el invierno y brotar en primavera».

Precisamente, observa que las temperaturas y el agua han favorecido que el romero, la planta de altas cualidades melíferas por excelencia, se haya reservado y no florezca. «Con las temperaturas bajas, la planta se ha retenido y esa floración que parece iba a venir se ha retenido. Eso es muy positivo para que florezca en primavera», apunta.

Etiquetado. La Plataforma Etiquetado Claro Ya! solicitó la semana pasada al Gobierno de España que legisle sobre la etiqueta de los tarros en los que se envasa, e incluya el país de origen, el porcentaje de la mezcla y que se concrete si la miel ha sido calentada a más de 45 grados centígrados. 

Tras la propuesta de modificación del Real Decreto del etiquetado de la miel, dicha plataforma, –engloba a asociaciones, organizaciones medioambientales y empresas del sector–, afirma que es falso que «Europa impida a España legislar para clarificar el origen y la calidad de la miel». 

En ese sentido, APAC se muestra a favor de un etiquetado claro y fiable y de la regulación que permitiría acabar con el falso distintivo. Así, expone el presidente que cuando la producción baja en un país consumidor como España, se introducen en el mercado mieles de otros países productores del mundo «a unos precios mucho más baratos». El consumidor, de entrada, las rechaza, pero la industria «no quiere poner ningún referente que identifique de dónde es la miel. Siempre se camufla para que el consumidor compre sin saber lo que compra». Por eso, dice, «nos interesa que el consumidor tenga la certeza de que lo que adquiere es real».