Retales, botones, tijeras, hilos, dedales, agujas… Uno puede encontrar de todo en el cajón de un sastre. Ya lo dice el aforismo. Una sensación muy similar a la de presenciar, de cabo a rabo, un Pleno del Ayuntamiento. Hay de todo. Momentos que los firmaría el mismísimo Sófocles en la mejor tragedia griega jamás escrita, pero también hilarantes a la altura de cualquier guión de los Monty Python. Ni el mejor viaje al centro de la tierra. Una montaña rusa de sensaciones (y sentimientos) a los que ayuda la naturaleza ecléctica de los temas que se tratan, un crisol de asuntos que oscilan entre lo insustancial de abordar cuestiones nimias en las que se pierde un tiempo valiosísimo –los temas en clave nacional ya rizan el rizo– a otras de sustancial importancia. Risas, broncas, discusiones, recuerdos del pasado, reflexiones nostálgicas y hasta lágrimas de emoción. Lo dicho, una especie de 'vive tu propia aventura'. Pero en fin, así es la política municipal en Cuenca. Más vale que sea un cajón de sastre que un cajón desastre.
Entre la heterogénea y multicolor batería de temáticas de las mociones debatidas en el Pleno, una de las que más dimes y diretes generó, en algunos casos con acusaciones personales directas, fue la relativa a la última edición de la Semana de Música Religiosa. El PP instó al equipo de Gobierno a crear un grupo de trabajo para seguir analizando las necesidades del festival para «proteger y fomentar la esencia que le ha permitido alcanzar su alto nivel de reconocimiento y proyección nacional e internacional». Los populares, que fueron muy contundentes en su articulado, también solicitaron al Patronato de la SMR documentación, pues consideran que el «oscurantismo» es lo que ha predominado en la gestión del mismo.
«No conocemos los motivos de la no celebración de 2021, la deuda del Patronato y en qué medida eso pone en peligro la viabilidad del festival o si es verdad que ha habido un incremento de público», argumentó el edil del PP José Manuel Cañizares, y es que «nos falta absoluta información… llevamos dos años esperando». En una línea muy similar, Cristina Fuentes, de Ciudadanos, se preguntó que «¿en qué momento perdimos la esencia y el alto reconocimiento internacional?» o «¿cómo se va a continuar con la excelencia si el Patronato ha estado ausente?». Es más, la concejal naranja apuntó que la razón por la que se le asignó a Daniel Broncano la dirección artística fue «porque yo lo digo, porque yo lo valgo» y «sin ningún consenso».
El equipo de Gobierno replicó a dos voces. Un lacónico Miguel Ángel Valero se limitó a decir que todo lo vertido en este debate fueron «opiniones subjetivas» y que «los españoles opinamos de todo, sepamos o no sepamos de música». Darío Dolz subrayó que la intención del Ayuntamiento es «seguir apoyando» la SMR, «tal y como hemos hecho excediéndonos incluso en la aportación económica respecto a otros años». Asimismo, el alcalde lanzó un dardo a su predecesor en el cargo, Ángel Mariscal, y es que «lo que no hemos hecho es dejación de funciones, como hizo el anterior alcalde».
Acuerdos del Pleno. Pero no todo en la vida va a ser disentir. La mayoría de los ediles de la Corporación se puso de acuerdo para sacar adelante cuatro de las siete mociones presentadas. Cuenca, en Marcha! recibió luz verde en sus dos propuestas, una para iniciar los trámites necesarios para establecer un servicio de ventanilla única con el fin de que los ciudadanos puedan gestionar trámites municipales; y otra para fomentar el uso de los vehículos no contaminantes.
La moción de Cuenca nos Une generó casi unanimidad –con la única abstención de Ciudadanos–, para promover la conservación y recuperación de la chimenea de la resinera. La formación naranja, por su parte, logró aprobar con el resto de los grupos de la oposición un texto para adecuar el espacio del mercadillo y sus inmediaciones para un correcto desarrollo del mismo.