Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Una ventaja ficticia

19/11/2022

En las encuestas, tan importante como conocer sus resultados lo es saber en qué momento fueron realizadas y cuáles eran los avatares políticos por los que atravesaba el país. El último barómetro del CIS, que da cinco puntos de ventaja al PSOE sobe el PP, se realizó en su mayor parte durante los días de la resaca de la ruptura de las negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial y quedó la idea de que al presidente del PP Alberto Núñez Feijóo, le habían torcido el brazo Isabel Díaz Ayuso y los medios de comunicación afines. La encuesta se realizó también durante dos días en los que la diatriba política se había trasladado a la supresión del delito de sedición que beneficiaba a los autores del 'procés'. 

Además del rédito de la ruptura de las negociaciones con el PP, el PSOE también ha podido sacar ventaja con el conflicto que atravesaba la sanidad madrileña y la preparación de la masiva manifestación de Madrid contra la política sanitaria de la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso. Lejos de aprovechar esos dos momentos de debilidad de su adversario, para consolidar su recuperación electoral, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha hecho sino introducir nuevos elementos en el debate público que han soliviantado incluso a la mayor parte de los barones de su partido y a sus socios de coalición.

Si la supresión del delito de sedición, originó un cierto revuelo en el seno del PSOE, pero se matizaron las críticas porque iban en la dirección de profundizar la pacificación de la convivencia en Cataluña, cuando los independentistas subieron la apuesta y plantearon también la modificación del delito de malversación estalló la rebelión en el seno del PSOE, porque se afectaba a uno de los pilares de la lucha contra la corrupción política. Era una muestra de la insaciabilidad del independentismo irredento, al que el Gobierno dio alas y se mostró dispuesto a escuchar. Y cuando Isabel Díaz Ayuso, por primera vez, se encontraba en situación incómoda no solo en Madrid, sino que por extensión se ponía en cuestión la política sanitaria del PP, los estrategas socialistas soltaron el nombre de la candidata a la alcaldía de Madrid, la ministra de Industria, Comercio y Turismo Reyes Maroto y se diluyeron los dos efectos, el del nombramiento y el de la presión sobre la lideresa madrileña.  Todo ocurría cuando Pedro Sánchez se encontraba en la reunión del G-20 en Indonesia, reunido con los principales líderes del mundo, poniendo sordina a un ataque con misiles sobre Polonia, mientras se le rebelaban hasta los barones socialistas de las comunidades autónomas uni provinciales.

Por si faltaba algún ingrediente más se hicieron evidentes los efectos contraproducentes de la ley del "solo sí es sí", con la rebaja de penas a acusados de delitos sexuales, tal y como se había pronosticado por expertos juristas, en una chapuza de la que son coautores la ministra de Igualdad, Irene Montero y el Gobierno en pleno de forma solidaria. Con los jueces más dados a aplicar la literalidad de la ley que su espíritu, el conjunto del PSOE demanda soluciones rápidas para paliar el desaguisado jurídico creado y los efectos electorales del fiasco.

Si el CIS volviera a preguntar hoy, los resultados del barómetro de noviembre serían bien distintos a los publicados.