La mortalidad en las 17 primeras semanas cayó un 51%

V.M.
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Las 725 defunciones acumuladas suponen un 4,7% más en relación al mismo período de 2021

Imagen de un sepelio en el camposanto de la capital conquense. - Foto: Reyes Martínez

Los últimos datos del Estudio de Estimación del Número de Defunciones Semanales durante el brote de COVID-19 que lleva a cabo el INE, desvelan que en las 17 primeras semanas del 2022 la cifra de fallecidos en la provincia de Cuenca se elevó a 725, cantidad que supone un aumento del 4,7% por ciento respecto al mismo período de 2021, cuando se contabilizaron 692 defunciones, una tendencia que se aleja de los datos registrados en la Comunidad de Castilla-La Mancha, donde el descenso medio de la mortalidad en ese mismo período fue del -7,2%.

Los datos acumulados de este año revelan no obstante un más que notable descenso de la mortalidad en estas primeras 17 semanas en relación al mismo período del primer año de la pandemia, cuando se contabilizaron 1.500 defunciones, lo que arroja una caída del -51,7%.

El análisis de la evolución de las muertes hasta finales del mes de abril refleja que el mayor incremento se produjo en la fase final de la sexta ola de la pandemia, concretamente entre la tercera y la sexta semana, período en el que se concentraron el 30 por ciento de esas defunciones, experimentándose el pico más elevado entre finales de enero y la última semana de febrero, concretamente la sexta semana alcanzó el record de fallecimientos, con 62.

 A partir de la séptima semana del año se registra un paulatino descenso acentuado en las semanas 9 y 10, con una treintena de fallecimientos, cifras que se suceden en los mismos parámetros durante la siguientes semanas, con un repunte puntual a mediados de abril, en la 14 y 15, donde hubo un centenar de fallecidos.

En lo que se refiera a sexo y grupo de edad, los datos del estudio del INE constatan que en estas 17 semanas de 2022 el número de hombres fallecidos fue ligeramente inferior al de las mujeres, concretamente 354 por 371, mientras que el segmento de edad que registró el 60% de la mortalidad en la provincia se sitúa lógicamente en los grupos más avanzados de edad: de 85 a 89 años o más, que concentra  161 y 270 fallecimientos, respectivamente.