Los plenos del Ayuntamiento dan para mucho. Comerlos y beberlos de principio a fin son toda una aventura. Muchas horas de intercambio de opiniones, pareceres, acusaciones y, sobre todo, dimes y diretes. En algunas ocasiones se llega a acuerdos importantes para la ciudad; pero en la inmensa mayoría de veces, no. Resultan infructuosos. Y eso hace que todo ese tiempo de debate se pierda por el sumidero de la indiferencia. Esta circunstancia alcanza su cénit cuando sobre la mesa se plasman las mociones con las que los diferentes grupos acuden a la sesión. Máxime si alguna de ellas tiene nula repercusión municipal y más bien es un brindis al sol con más peso político en clave nacional. Si en el Congreso solo sirven para crear bronca y polarización, imagínense trasladar eso a la política local...

Ocho mociones planteaba la hoja de ruta del Pleno, dos de ellas –por suerte– se fusionaron en una al perseguir el mismo objetivo, que no era otro que condenar el indulto de los presos del procés e instar al Gobierno a rectificar en este sentido. Partido Popular y Ciudadanos se quedaron solos. Hubo otras dos que también versaron en clave estatal, ambas con la subida del precio de la luz como hilo argumental. Poca discusión generó la propuesta del PP para instar al Ejecutivo de Sánchez a reducir el coste de este servicio. Algo más debate generó la presentada por la formación naranja en relación a la ordenanza de ruidos, que serpenteó por la delgada línea de la insustancialidad y que, al fin y al cabo, solo dejó una conclusión, y es que la Policía Local todavía no ha recibido ninguna queja de vecinos por usar electrodomésticos durante la noche. Eso es todo (y nada).

Hay mociones, sin embargo, en las que los conquenses sí pueden jugarse algo, pero la mayoría PSOE-CnU prevalece y no salen adelante. Ciudadanos propuso la reparación urgente de un muro en el barrio de Casablanca. Su portavoz, Cristina Fuentes, se encontró con la respuesta que ella misma avanzó que iba a recibir: «Estamos trabajando en ello». El concejal de Mantenimiento, Dámaso Matarranz, explicó que la moción no salía adelante porque creaba «alarma» y que se trabajará para arreglarlo «lo antes posible». Tampoco vio luz verde la presentada por el PP en relación a la devolución de la tasa por la prestación de servicios urbanísticos cuando las licencias de obra no se hayan resuelto en 45 días.

Cuenca, en Marcha! recibió la de cal y la de arena. Una de las dos mociones que presentó, la relativa a la implementación de un proyecto piloto para la recogida de la basura orgánica en la ciudad, no prosperó.