Los accidentes de tráfico en las carreteras de la provincia en 2022 acabaron con la vida de 21 personas, lo que supone un descenso en la cifra de fallecidos del 12,5% respecto al año anterior. Pese a esta reducción de accidentes mortales la estadística no invita al optimismo de los responsables de Tráfico sino a incidir más en campañas para evitar los comportamientos de riesgo al volante con el objetivo de reducir la elevada siniestralidad.

Según los datos provisionales de siniestralidad de la Jefatura Provincial de Tráfico de Cuenca, durante al año pasado se registraron 288 accidentes con víctimas, de los que 18 fueron mortales y en los que fallecieron 21 personas (17 hombres y 4 mujeres), seis menos que en 2021. Pero hay que remarcar que 2021 fue el peor dato histórico de fallecidos desde 2013, con 30 muertos, y 2022 supone con este balance el segundo peor dato desde 2014, situándose por encima de la media del número de fallecidos de los cinco años anteriores.

Por eso, la máxima responsable de Jefatura Provincial de Tráfico, Ana María Zúñiga, advierte que los datos del año pasado, que aún son provisionales, no son buenos. «En 2022 se ha producido un aumento de siniestros y heridos, así como una reducción de fallecidos pero no son buenas noticias porque estamos comparando con 2021. Lo más relevante es que 2021 tiene el peor dato de la serie histórica desde 2013 y  2022 se queda en el segundo peor desde 2014».

Además, Zúñiga subraya en este balance negativo de víctimas mortales en las carreteras que la media de muertes está por encima de las registradas en el último lustro. «Siempre digo que la estadística son personas, pero si hacemos el análisis estadístico de los últimos cinco años hay un media de 18 fallecidos y estamos por encima de esa media, con 21 fallecidos».

El pasado lunes, el  ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, presentó el balance provisional de siniestralidad vial 2022 con  1.042 siniestros mortales en las carreteras españolas en los que fallecieron 1.145 personas y otras 4.008 resultaron heridas graves. Este balance nacional refleja que en las carreteras convencionales se registran más fallecidos.Sin embargo, en la provincia de Cuenca no es así porque casi la mitad de las víctimas mortales, el 48 por ciento, registraron en autovías y autopistas, lo que contrasta con la tendencia nacional actual y los datos históricos de la provincia de Cuenca para el periodo 2017-2020, que mostraban que aproximadamente el 60% de los fallecidos en siniestros viales ocurrían en carreteras convencionales y en torno al 20% en autovías y autopistas. De hecho de las 21 víctimas mortales el año pasado, cincoperdieron la vida en accidentes en la A-3 y otros cuatro en la AP-36. El 29% de los fallecidos se registraron en vías convencionales y el 19% en caminos vecinales.

Salidas de vía. En cuanto al tipo de siniestro, casi el 70% de los siniestros mortales se produjeron por una salida de la vía, consolidándose este tipo de siniestro como el más frecuente entre los mortales desde 2017. Un 11% de los siniestros mortales se produjo por colisión trasera y múltiple (alcances) y otro 11% debido a una colisión frontal.

Uno de los datos más llamativos del balance provincial es que casi la mitad de los fallecidos no hacía uso del cinturón de seguridad. «No puede ser que la mitad casi de los fallecidos no lleven el cinturón de seguridad», lamenta Zúñiga. «Pensaba que era un problema que teníamos asumido, lo mismo que con el móvil, pero entendemos que hay mucha labor que hacer porque con los datos nacionales y de Cuenca hay que seguir trabajando en ello y remarcar la importancia del cinturón de seguridad».

El  principales factor concurrentes en los 288 siniestros viales con víctimas en la provincia es la distracción al volante, que está en más de la mitad de los siniestros mortales. Le siguen, la velocidad inadecuada y el cansancio.