Las casas de apuestas cumplen con la distancia a institutos

Leo Cortijo
-

La nueva Ley del Juego, que ya ha entrado en vigor, establece que las casas de apuestas deben estar separadas por 300 metros respecto a centros educativos de Secundaria y Bachillerato.

Las casas de apuestas cumplen con la distancia a institutos - Foto: Elaboración propia

La nueva Ley del Juego de Castilla-La Mancha y el decreto que la desarrolla ya son una realidad. De hecho, ya ha entrado en vigor con el objetivo principal de garantizar una mejor ordenación de esta industria en la comunidad. La meta fundamental es que esta actividad sea «moderada y responsable», a la vez que «compatible» con la protección de los usuarios y, muy especialmente, de los colectivos más sensibles. Así lo expone el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, defendiendo que el decreto se centra en la prevención, el fomento del juego responsable, la inspección y control y la coexistencia entre la protección de los menores de edad o las personas con problemas de ludopatía y del desarrollo de esta actividad económica.

En este sentido, una de las novedades más importantes que recoge este instrumento normativo con respecto al actual desarrollo reglamentario del sector son los criterios de medición de las distancias mínimas entre las casas de apuestas y los centros de enseñanza. La nueva ley lo deja meridianamente claro: el recorrido mínimo entre estos establecimientos tiene que ser de 150 metros y de 300 respecto a centros educativos, salvo donde se imparta exclusivamente Educación Infantil o Primaria. Según los datos facilitados a La Tribuna por la delegación de Hacienda y Administraciones Públicas, la provincia –que contaba con tan solo cinco de estos locales en el año 2014– tiene ahora 17. Ocho de ellos en la capital y nueve repartidos por el resto del territorio conquense.

Radiografiamos el mapa de los salones de apuestas de la ciudad y lo hacemos para comprobar si cumplen con uno de los requisitos que marca la hoja de ruta de la nueva normativa. El hecho más noticioso es que la mitad de estos negocios se sitúan a menos de 300 metros de un colegio, según la herramienta Google Maps, que permite medir la distancia que recorre un viandante entre dos puntos. Ahora bien, la ley estipula que los que deben estar por encima de esa distancia son los institutos en los que se imparte Secundaria y Bachillerato. Y, en este caso, todos las salas de apuestas que operan en Cuenca cumplen.

Justo en el límite se encuentra el Sportium ubicado en el número 2 de Hermanos Becerril, pues está exactamente a la distancia precisa del IES Pedro Mercedes. De ese mismo centro educativo, pero a 350 metros de distancia, encontramos otro Sportium, en este caso en la Plaza del Romero, así como un Codere en el número 2 de Julio Larrañaga. La mayoría de locales de juego están separados de un centro educativo de este nivel precisamente por esta distancia. Ocurre lo mismo entre el IES Alfonso VIII y el Vive la Suerte del Paseo San Antonio, y entre los Codere de Calderón de la Barca y Joaquín Turina respecto al Colegio Santa María de la Expectación y el IES Santiago Grisolía, respectivamente. La lista la completan el Sportium de la Plaza de la U, a 450 metros del IES Pedro Mercedes; y el más apartado de todos, el Codere de la calle Coronel Algarra, que está a 800 metros del instituto más cercano.

si no se cumple. Todos los establecimientos cumplen con una de las dos patas de la mesa en lo que se refiere a la distribución física de los mismos, pero hay dos locales que caen en el incumplimiento de la otra parte de la norma. Son el Codere de la calle Julio Larrañaga y el Sportium de la Plaza del Romero, ya que entre ellos no hay una distancia de 150 metros como pide la ley. Según la herramienta Google Maps, apenas hay 100 metros de separación.

En este caso, como en todos aquellos que pudieran incumplir la nueva normativa, el delegado provincial de Hacienda y Administraciones Públicas, Ramón Pérez Tornero, recuerda a La Tribuna que «no se van a renovar» las pertinentes autorizaciones. «Al que ya tiene otorgada la licencia evidentemente no se la puedes quitar, pero cuando vaya a renovar no se le va a permitir si no cumple con estos requisitos», argumenta. Con todo, el Gobierno regional se marca una «fecha tope» en el calendario para que todos los establecimientos cumplan «estén como estén», y es el 31 de diciembre de 2028.