La programación de invierno en el Teatro Auditorio José Luis Perales continuará mañana, a las 20,30 horas, con un espectáculo que aúna circo y artes escénicas, Suspensión, a cargo de la Compañía Nueveuno.
Se trata de una propuesta de circo contemporáneo en la que se busca interactuar constantemente con el público. «Es nuestra pelota lanzada al aire que alcanza el instante de suspensión; el momento en que todo puede pasar, el momento en que podemos ceder a la gravedad, o tomar decisiones distintas; el momento en que una pelota se queda flotando y con ello todos en el escenario contenemos el aliento», aseguran sus responsables.
Sobre el escenario, cinco protagonistas lanzando cuchillos contra su propia sombra, mirando para sí, moviendo los focos para iluminar espacios distintos, mostrando su intimidad, y desnudándose para escuchar. Hombres que se cuestionan constantemente, pero se regodean en su propia identidad… Son, al fin y al cabo, cinco hombres.
un trabajo en equipo. Con dirección de Jorge Silvestre, creador de la idea original e intérprete, que está acompañado por Carlos Marcos, Fernando Santa-Olalla, Josu Montón y Miguel Frutos, todo en Suspensión es el resultado de dos años de trabajo de un gran
Las coreografías de malabares han sido entrenadas y revisadas hasta el extremo, la música ha sido compuesta durante la creación, la escenografía evolucionada constantemente, la magia entrenada hasta la saciedad, las grabaciones de nuestros padres y hermanos y abuelas y novias rehechas hasta destilar la propia esencia de la propuesta.
La Compañía Nueveuno se creó en el año 2014 en Madrid. En un proceso de trabajo continuado, con el objetivo principal de buscar un lenguaje escénico propio, fusiona técnicas circenses (malabares, manipulación de objetos, verticales o magia), con el movimiento coreográfico, el desarrollo de diseños genuinos de iluminación y de escenografía y, la composición de músicas originales que siempre acompañan sus espectáculos.
Después del estreno de Sinergia 3.0. basada en la reinterpretación de El hombre de Vitrubio, de Leonardo da Vinci, donde exploraban la geometría, la combinación de los malabares con efectos visuales y con especial énfasis en el movimiento corporal y la coreografía, ahora con Suspensión, de nuevo transmiten todo el aprendizaje, trabajo y experiencia generado durante estos seis años de trayectoria, en una creación donde desarrollan esa premisa innovadora.