Las ondas suenan con fuerza en el Hospital Virgen de la Luz desde hace apenas unos meses. Es algo mágico. Y es que los transistores toman importancia en este centro de salud desde que los maestros de Atención Educativa Hospitalaria y Domiciliaria de la Consejería de Educación, Fernando Ruiz y José Carlos Peralta, implantaran un programa radiofónico sin precedentes. Una iniciativa especial, memorable y única, como mínimo en toda la región, que trata «de amenizar la estancia a los niños y niñas ingresados en la planta de pediatría, minimizar sus inquietudes y miedos y hacer volar sus pensamientos», expresa Ruiz. Los más pequeños pueden de estar forma escuchar cuentos, canciones, chistes, poemas o cualquier entrevista que estos dos maravillosos docentes lleven a cabo. 

El programa radiofónico tiene nombre propio: Radio Robhospi Cuenca. Esta iniciativa surgió a partir de «la imposibilidad de acceder a las habitaciones de los menores del área de pediatría durante los periodos de aislamiento», explica Ruiz, que es el impulsor y genio de esta curiosa idea. Aunque tuvo ayuda al carecer éste de conocimientos de telecomunicaciones. Para tener una cabina propia y hacer posible la transmisión a través del 88.0 del dial en FM fue indispensable la participación de José Manuel Blas de la Escuela Politécnica de Cuenca. Blas estructuró todo el sistema para que la emisión fuera un éxito con la implantación de una antena de cinco vatios, una mesa de mezclas y dos micrófonos, así como la instalación de un programa especifico en ordenador para hacer posible esta actividad. «Tan solo tuvimos que limitarnos a poner la voz», ensalza Ruiz con palabras de agradecimiento para Blas. 

A partir de ahí, empezó todo. Actualmente no existe una programación diaria pero sí periódica, dependiendo del número de niños que se encuentren ingresados en la planta. Y es que tampoco da para tener contenido diario, «ya que nosotros no somos periodistas, sino docentes», explica Ruiz. Ambos no suelen coincidir en las retransmisiones debido a que también tienen que ejercer su labor pedagógica en toda el área de salud de Cuenca. Sin embargo, los dos se coordinan para que esté uno al menos en el Aula Hospitalaria, que es donde se ubica la cabina o este innovador estudio de radio.

El dial de los más pequeños - Foto: Reyes MartínezAdemás de los objetivos educativos, el programa quiere hacer pasar un buen rato de una manera diferente a las niñas y niños ingresados, reducir sus miedos al tener que ver a personas ajenas a su familia en las circunstancias de hospitalización, además de acercarles a la radio y que puedan comunicarse con otros menores que están en las habitaciones a través de las ondas de la FM. Acercar la lectura de cuentos o poemas, poner su música favorita, crear tertulias de los temas que más les interesen e incluso hacer reír al resto son algunos de los contenidos de esta emisora hospitalaria que, en definitiva, lo que pretende es favorecer un clima de participación e interacción socio-afectiva de los alumnos, evitando procesos de angustia y aislamiento. «Les hacemos pasar un rato muy bueno y divertido, que es algo que necesitan», detalla Peralta. 

Los niños ingresados, sus familiares y el resto de profesionales que trabajan en la planta de hospitalización, médicos, enfermeras, auxiliares, celadores, etcétera, pueden escuchar el programa los días que funciona el Aula Hospitalaria en el Virgen de la Luz. Ambos profesores tienen claro que quieren continuar con esta idea e incluso que se lleve a cabo en otros centros de salud. Por supuesto, también piensan en ampliar el ámbito de difusión para llegar a más gente, especialmente cuando el nuevo hospital de Cuenca sea una realidad.