La residencia de San Clemente vacuna a todos los ancianos

José Luis Royo
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Vitale Home Virgen de Rus completó la segunda dosis de la vacuna contra el Covid-19 entre los residentes y trabajadores.

La residencia de San Clemente vacuna a todos los ancianos

La vacunación contra el Covid-19 en los centros sociosanotarios se cerró ayer en Castilla-La Mancha con la segunda dosis de la vacuna que debe inmunizar a 3.075 personas en la provincia de Cuenca, entre ellos a 105 de los 106 ancianos de la residencia Vitalia Home Virgen de Rus de San Clemente, además de sus 76 de sus trabajadores.

Se puede decir que el 100% de residentes y trabajadores ya han recibido la segunda dosis, salvo uno de los ancianos, que no se ha vacuado por prescripción médica y un trabajador que se encuentra enfermo. Así lo explica a La Tribuna el de la residencia Felipe Hoyos. «Estamos muy contentos porque lo hemos pasado muy mal los que estábamos en primera línea en la residencia», recuerda y entiende que «el pasarlo mal en marzo y abril es lo que nos ha motivado a todos a vacunarnos con ilusión».

Hoyos asegura que «todos los ancianos están muy contentos, preguntan que cuándo van a poder venir a verlos sus familiares o salir a la calle porque, salvo dos meses, llevan casi todo el año si recibir visitas».

Tras recibir la segunda dosis trabajadores y residentes deben esperar dos semanas «y a partir de ese momento imagino que el Sescam irá dando pautas», señala el director de la residencia de San Clemente, que se muestra prudente porque «vamos a ver cómo salimos de esta tercera ola, porque ahora estamos confinados permitralmente y aunque hay muchos residentes del pueblo, también lo hay de Madrid o Valencia y de momento no van a poder venior, además de que las residencias no pueden ser visitadas ahora mismo».

En la residencia Vitalia Home de San Clemente hubo unos 40 contagios en la primera ola de la pandemina y por ello prácticamente todos los residentes y trabajadores no tuvieron ninguna duda a la hora de ponerse la vacuna. «El coordinadir de salud de nuestra zona nos hizo un consentimiento informado que tenían que firmar que se querían poner la vacuna o no. Al principio solo una familia de un residente dijo que no, pero hablamos y le explicamos que es el único arma que tenemos para ganar el virus, al final firmó la autorización».

La de San Clemente ha sido una de las primeras en terminar con eñ proceso de vacunación.