El partido valenciano Compromís cree que el cierre de la línea de ferrocarril Aranjuez-Cuenca-Valencia, que se mantuvo sin servicio durante 18 días, atiende a una política de desmantelamiento del tren tradicional. «Parece que es una estrategia. Se invierte muchísimo en la alta velocidad y no en el tren convencional. Sería impensable que hubiese caído un pino en la línea de AVE y no se hubiese quitado en dos semanas», pone como ejemplo el senador Carles Mulet, que considera que el abandono progresivo de la línea «va en dirección contraria de lo que sería una política sostenible y la lucha contra el cambio climático». 

Mulet registró esta semana pasada una pregunta en el Senado en la que solicita al Estado que aclaré las razones que han llevado a suspender el servicio durante tantos días y que no se invierta  en una línea que «tiene las traviesas de madera podridas y estaciones cerradas o que se caen a trozos». 

Inversiones que en ningún caso «serían astronómicas e inasumibles. Modernizar esa línea de manera decente costaría lo que 15 o 20 kilómetros de la alta velocidad», manifiesta el senador, quien reitera que «parece un pulso para ver cuánto aguanta la paciencia de la gente en dos semanas sin servicio. Son pasitos que precarizan cada vez más  y que obligan a huir del tren».

El senador reconoce que la cuestión que se plantea en la Cámara Alta «es un instrumento que tenemos para hacer presión y el tema esté candente. La pregunta tiene la repercusión mediática, ya que el Ministerio tiene que contestar. Sabemos que no van a reabrir por nuestra presión política, pero es una manera de poner una llamada de atención en una línea que lleva desde el día 8 sin abrir», declara, y asegura que en cuanto tengan respuesta la trasladarán a los medios para conocimiento de los ciudadanos.

Y es que Compromís considera que la falta de inversiones en esta infraestructura es un golpe bajo a los municipios por los que pasa la línea y no solo en pequeñas localidades, sino en otras caso de Tarancón, Huete, Carboneras o las propias poblaciones valencianas de Utiel y Requena. «Cuenca se beneficia del AVE, pero en qué se benefician los municipios de la provincia. Lo que se propicia es concentrar a la población en grandes ciudades y despoblar aún más el territorio».