La Venerable Hermandad de Jesús Orando en el Huerto (de San Esteban) está de enhorabuena. El próximo 27 de marzo celebrará la trigésima edición de su tradicional concierto de Cuaresma. Una cita ya imprescindible en el calendario de la comunidad semanasantera conquense, y es que durante tres décadas este recital a cargo de la Banda de Música de Cuenca se ha ganado, con todo el merecimiento, un hueco fundamental en el corazón nazareno de la ciudad. No en vano, el escritor y sobresaliente investigador de la Semana Santa de la ciudad –y además presentador del evento–, José Miguel Carretero, lo etiqueta como «El Clásico» de los conciertos de Cuaresma.
Viajamos en el tiempo y ponemos nombre a los dos artífices que impulsaron el Concierto del Huerto: el entonces secretario de la hermandad, Ramón Gómez, y el que fuera director de la Banda de Música, Aurelio Fernández-Cabrera. La cita tiene muchos condicionantes que la hacen más especial si cabe que el resto de festivales que se llevan a cabo, más allá de su longevidad. En este sentido, hay que destacar que se celebra en una iglesia, la de San Esteban, con la presencia de numerosos pasos procesionales, y que lo firma la Banda de Música de Cuenca, otorgándoles la importancia que merecen a los músicos de la ciudad. De esta forma, a lo largo de las 30 ediciones del Concierto del Huerto han podido estrenar sus composiciones un notable ramillete de compositores locales. Asimismo, entre las programadas siempre se procuran interpretar marchas clásicas y la que pone el broche al recital es Nuestro Padre Jesús. Con todo, el que determina las marchas del concierto es el director, Juan Carlos Aguilar.
El festival mantiene una estructura estable, empezando por el número de piezas que se interpretan, que normalmente rondan la decena. La bienvenida corre a cargo del consiliario de la hermandad y párroco de San Esteban, Antonio Fernández, mientras que José Miguel Carretero se encarga de –con su maestría y sapiencia nazarena– introducir cada una de las marchas. Ahora bien, este año es muy singular porque confluyen hasta tres efemérides. Además de los 30 años del concierto, la Banda de Música celebra el 125 aniversario de su fundación, mientras que el nuevo templo de San Esteban conmemora medio siglo de vida.
El concierto siempre se ha caracterizado por la cuidada selección del repertorio. Así, se ha respetado enormemente a los grandes maestros, como José López Calvo, que ha sido «el músico nacido en Cuenca que más alto ha llegado en su carrera profesional», destaca Carretero. Entre las marchas que se interpretarán este año destacan Muerto en la Cruz (Nicolás Cabañas), Camino del Calvario (Jesús Calleja), Las Cruces de la Merced (Aurelio Fernández-Cabrera), Por tu cara de pena (José López Calvo), Sombras de Pasión (Juan Carlos Aguilar) y El Resucitado (Francisco Grau).
Desde la cofradía, en boca de su secretario, Jesús Córdoba, animan a los nazarenos a acudir a esta cita «pionera» en la Cuaresma conquense. Una cita que ha servido, año tras año, para ampliar horizontes musicales y crear una riqueza expresiva de la que luego se han nutrido los desfiles procesionales de la Pasión.