Durante la primera mitad del pasado 2020 fallecieron en la provincia de Cuenca, 1.892 personas, de los que 977 eran varones y 915 mujeres, a la vez que se registraron 586 nacimientos, de los que 296 eran varones y 290 mujeres, y se contabilizaron sólo 68 matrimonios, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) sobre el movimiento natural de población relativos a los seis primeros mes de año y cuya estadística provisional se publicó ayer.
Esto igualmente hizo que el crecimiento vegetativo, o lo que es lo mismo, la diferencia que hay entre defunciones y nacimientos en la provincia conquense en ese periodo de tiempo, arrojase un saldo negativo de 1.306 personas en buena parte porque las muertes triplicaron el número de recién nacidos gracias fundamentalmente al efecto de la pandemia del Covid-19 desde el mes de marzo, según, por otra parte, pone de manifiesto con sus datos el INE.
Si vamos a un desglose por los meses del primer semestre y empezamos por las defunciones informar que los dos meses más duros de la pandemia, es decir, marzo y abril, marcaron la diferencia sobre los dos anteriores y los dos posteriores, no en vano, los 223 fallecimientos de enero, según el INE, darían paso a febrero con 216, a marzo con 521, a abril con 558, a mayo con 205 y finalmente a junio con 169 muertos.
Y si continuamos con los nacimientos, lo primero indicar que, a diferencia del anterior, las cifras en la primera mitad del pasado año se mantienen en el cómputo mensual y lo segundo que la horquilla en la que se mueven va entre los 90 y el centenar de nacimientos mensuales en la provincia de residencia de la madre. En ese sentido, indicar que, según el INE, 93 niños nacieron en enero del 2020, 103 en febrero, 101 en marzo, 92 en abril, 103 en mayo y finalmente, 94 niños nacieron en junio de ese año.
Matrimonios. En cuanto a los matrimonios informar que, al igual que pasa con las defunciones, en el primer semestre del pasado año hay que diferenciar entre aquellos meses en los que el Covid-19, el confinamiento y el estado de alarma estaban y aquellos otros en los que el virus aún no había hecho de presencia, por expresarlo de alguna forma.
Así, mientras que en enero del 2020 en la provincia de Cuenca se contabilizaron 17 matrimonios y en febrero 25, en los meses más fuertes de la pandemia como marzo y abril y en menor media mayo, los matrimonios que el INE contabilizó fueron ocho, tres y dos respectivamente para luego finalmente en junio registrar 13.
región. Al margen de Cuenca, en lo que es la región castellan-manchega informar que durante el primer semestre del pasado año hubo 15.094 fallecimientos, o lo que es lo mismo, un 46,2% más que en ese mismo periodo del 2019 con 10.323 muertes, debido quizás al cornovarius, así como 7.170 nacimientos, o lo que es lo mismo, un 4,5% menos que entre enero y junio del 2019. Asimismo, fueron unos meses en los que se contrajeron 916 matrimonios entre las cinco provincias castellano-manchegas, un 67,7%, no obstante, menos que en la primera mitad del 2019 con 2.839 matrimonios sólo en la conquense.
Esto igualmente da como resultado a nivel de Castilla-La Mancha, un crecimiento vegetativo negativo de 7.924 personas menos entre enero y junio del 2020 frente al saldo negativo que obtuvo de enero a junio pero del año anterior en aquella ocasión con 2.813 personas menos. Los 7.924 habitantes de pérdida la convierte, por otra parte, en la quinta región con el saldo vegetativo negativo más elevado dentro del conjunto del país.