'El Gallo': «No es justo quedarme tan, tan parado»

Leo Cortijo
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Uno de los emblemas de la Cuenca taurina, el único torero de la capital en activo, Aitor Darío 'El Gallo' realiza balance de la temporada 2019, que ha sido, por encima de todo, «muy dura» debido al exiguo número de oportunidades

'El Gallo': «No es justo quedarme tan, tan parado» - Foto: Reyes MartÁ­nez

Mantiene viva la llama en un ejercicio de perseverancia, fe ciega y constancia. Pero la realidad es que el hilo de esperanza que le mantiene en la lucha es cada vez más fino. Con todo, sueña con que un día le podrá dar la vuelta a la tortilla y cambiar su sino. Esa ilusión es la que todavía aporta gasolina a su motor de torero. El día que la pierda, reconoce un más que nunca sincero Aitor Darío El Gallo, se acabará todo para siempre.

Ha sido una temporada extremadamente escasa en cuanto a festejos. ¿Qué balance hace de la misma?

Ha sido bastante buena en lo que se refiere a la preparación en el campo. El problema es que eso no ha tenido eco en el número de festejos en la plaza. Solo he toreado una corrida de toros, en Santa Cruz de Mudela el Día de la Región, y corté una oreja. Luego estuve anunciado en dos festivales, uno en Villar de Olalla y otro en Minglanilla, pero el segundo de ellos se suspendió por la lluvia.

¿Qué le recorre por dentro cuando ve que la temporada se esfuma con tan poquitos festejos?

No sé cuál es la palabra ideal para expresarlo, pero está claro que no es lo uno espera, ni desea, ni siente. Con solo un año de alternativa y 25 novilladas a mis espaldas, no creo que sea momento de quedarme tan, tan parado... No es justo que tenga que estar pasando por este momento. Además, tampoco ha habido un eco excesivo de gente que se haya acordado de mí y he echado en falta que plazas de la zona hubieran apostado por gente de la tierra, que son los que defienden el nombre de Cuenca. Que con ocho o 10 corridas que se celebran en la provincia no haya estado en ninguna... Ha habido muy poco apoyo al único torero local. Recuerdo que hace 45 años que no salía uno y que con el poquito apoyo que estoy recibiendo puede pasar otro mucho tiempo sin que vuelva a haberlo. Quedarme fuera de los carteles de Cuenca, por ejemplo, me mermó mucho psicológicamente.

Imagino que a esas puertas de la provincia habrá llamado. Lo que no sé es si no le respondieron o lo hicieron de mala manera...

Fundamentalmente son las malas condiciones que ofrecen. Ya no es que no lleguen a los gastos mínimos establecidos por ley, sino que ni siquiera se llega a cubrir las tres habitaciones de hotel y las ocho comidas que supone una cuadrilla. En algunas plazas de la provincia no he estado por esa razón. En otras ha sido por otras circunstancias... A veces porque todo queda a merced del empresario y el Ayuntamiento se desentiende por completo. Por eso reclamo más involucración por su parte para velar más por los toreros de la tierra. 

Dice que lo de la Feria de San Julián le llegó a afectar psicológicamente...

Sí, fue muy doloroso. Y más después de una alternativa que no fue nada fácil, con una corrida exigente... Aunque no hubiera brillatez artística, en ningún momento estuve por debajo de las circunstancias. Creo que fue una alternativa muy digna y no entendí quedarme fuera de los carteles de la feria del año siguiente. Es una pena para toda esa afición que me apoya, que confía en mí y a la que le hubiera encantado apoyarme ese día en la plaza. Eso sí, más allá de un sector de aficionados, ninguna administración ni institución le dijo nada a la empresa. Igual que se apuesta por otros artistas o deportistas locales, lo podían haber hecho por mí...

¿Cómo le ha ayudado su apoderado, Gregorio de Jesús, este año?

Seguimos trabajando juntos, pero es cierto que las expectativas de la temporada no han sido las que al principio se soñaban. Por una serie de circunstancias, como por ejemplo ser un año de elecciones, porque sitios que teníamos casi hechos, al haber cambios, nos hemos quedado fuera. No ha sido el año que esperábamos, pero continuamos juntos. 

¿Compensa tanto esfuerzo por seguir manteniendo viva la llama?

Hay momentos que no compensa y otros que uno se mantiene por afición y con mucho sacrificio. Cuando vas cumpliendo una edad, te vas haciendo un hombre y el paso de los años te permite ver de dónde vienes y a dónde quieres ir, hay veces que sientes que no compensa y que a lo mejor es el momento de tirar la toalla. Sin embargo, hay otras ocasiones, sobre todo cuando vas al campo y toreas, en las que te apoyas en lo que sientes y son muy enriquecedoras. Pero sí, son muchos los inviernos que complemento mi carrera con otros trabajos para satisfacer las necesidades básicas del ser humano, empezando por comer... Todo se va haciendo cuesta arriba. 

¿Y así hasta cuándo?

No miro el futuro fijándome plazos. Al margen de que hay mil contras, lo que me mantiene con fe y ganas es el sentir que a lo mejor un día puedo darle una vuelta por completo a mi vida si me dan la oportunidad en una corrida de toros. En el momento que pierda la ilusión de sentirme capaz de hacer eso, dejaría mi carrera y empezaría en otros ámbitos laborales o en lo que me deparase la vida.

¿Qué es lo que más le ilusiona ahora para seguir hacia adelante?

Una de las cosas que más me ilusiona es apoyar a mi hermano, que progresa y avanza a niveles buenísimos. Él ahora vive la parte más bonita de la profesión, que es la inocencia. Está en la Escuela Taurina de Guadalajara y está toreando mucho y tiene muchos y buenos compañeros. Me mantiene con ilusión la carrera de mi hermano, pero también que esta escuela cuente conmigo como maestro cuando su maestro, Ángel Puerta, no puede o tienen dos actuaciones el mismo día. Ver el crecimiento profesional de los chicos me enriquece mucho personalmente.