Cierre en Tarancón de Didak, mucho más que una tienda

RIÁNSARES L.C.
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La emblemática papelería de la avenida Miguel de Cervantes cierra una etapa de más de 80 años de una familia que ha trabajado de cara al público vinculada a la imprenta y la papelería.

Pedro López Ocaña junto a su hija Alicia López y Alejo Riera, el matrimonio que ha regentado la papelería Didak de Tarancón en los últimos 14 años. - Foto: RIÁNSARES L.C.

La noticia del cierre de la papelería Didak ha corrido como la espuma, y no es para  menos. Fue uno de los primeros comercios en llegar a la zona, cuando Tarancón empezó a expandirse hacia el norte, y su posición estratégica en uno de los principales cruces de la avenida Miguel de Cervantes provocó que popularme muchos vecinos utilizaran, y utilicen aún, y lo seguirán haciendo durante tiempo, su nombre para referirse a ese tramo de la calle principal. Y es que son pocos los vecinos que no han mencionado en alguna ocasión «nos vemos en Didak» o «quedamos en la rotonda de Didak». 

Este establecimiento es el último eslabón de una cadena familiar que ha trabajado de cara al público, vinculada a la imprenta y la papelería. Así lo destaca Pedro López Ocaña, que recuerda como fue su padre quien fundó la imprenta Antona en 1934, en la actual calle Padre Ocaña, dedicada a su tío. «Cogimos luego el relevo sus hijos, cuatro hermanas y dos hermanos, más tarde a principios de los 80 cuando se empezó a notar que aquella zona a la que llamábamos centro decaiga, decidimos diversificar el negocio y nació Didak», cuenta al lado de su hija Alicia López, que ha regentado el negocio en los últimos 14 años junto con su marido, Alejo Riera. 

«Fue un orgullo coger el testigo de mi padre», confirma la última propietaria, que reconoce como la crisis motivada por la Covid-19 «nos ha ayudado en parte a tomar la decisión de cerrar, que era muy difícil, pero ya venía de lejos». El primer golpe fuerte, explican, fue el descenso de la demanda de libros, «solamente vendíamos para regalar o los obligados del colegio», después el auge de la tendencia de comprar por internet y últimamente la incorporación cada vez más frecuente de dispositivos digitales en los centros educativos, siendo el colmo de la situación el mes y medio que tuvieron que permanecer cerrados durante el primer estado de alarma. 

En los últimos días de liquidación, la nostalgia era evidente, para los propietarios y el resto de la familia, pero también para la clientela, a la que están muy agradecidos. 

«Recuerdo jugar  en verano con mis primos, sobre todo Javi, a que uno compraba y otro vendía, poníamos voz a los anuncios de la radio, aprendimos desde pequeños como mínimo que el dinero no aparecía milagrosamente en la cuenta bancaria», apunta Alicia junto a su padre, que recuerda como «yo nací prácticamente en la imprenta, dejé de estudiar porque me gustaba mucho y me dediqué a formarme, fuimos pioneros en fotocomposición en Castilla-La mancha, cogimos mucha fama con la edición de libros, estuvimos especializados en papeletas de gaseosa para toda España, hasta que llegó la de plástico... Con la digitalización todo fue cambiando y creo que la impresión en papel acabará desapareciendo». 

Tarancón ha empezado ya marzo sin Didak, aunque el nombre, que viene de la palabra didáctico, pasará a la historia por ser mucho más que un comercio de una noble ciudad que en julio cumple 100 años.