Marcos recuerda a su abuelo en el día de su alternativa

Leo Cortijo
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El que fuera alumno de la Escuela Taurina de Cuenca recibió el doctorado en la plaza francesa de Nimes de manos de Daniel Luque, tras la baja de José María Manzanares, que tuvo que ser operado de urgencia de su lesión de espalda

Marcos recibe la alternativa de manos de Daniel Luque. - Foto: Muriel Haaz/Cultoro

Marcos Pérez ya es matador de toros. El que fuera alumno de la Escuela Taurina de Cuenca recibió el doctorado en la plaza francesa de Nimes de manos de Daniel Luque, tras la baja de José María Manzanares, que tuvo que ser operado de urgencia de su lesión de espalda. Marcos tomó la alternativa con el toro Borrachito, número 95, de 526 kilos, nacido en septiembre de 2015, negro de capa y de la ganadería de Garcigrande.

El propio diestro alicantino lamentaba en redes sociales no poder acompañar a Marcos y ser su padrino. «Lo siento en el alma y por el cariño que te tengo a ti y a toda tu familia, me hubiera encantado estar a tu lado», escribió.

El joven se mostró voluntarioso, entregado y dispuesto con el toro de su alternativa, pero el animal no correspondió y le ofreció entre poco y nada. Fue ovacionado por el público nimeño. Lo mejor, sin duda, el brindis al cielo en recuerdo de su abuelo Domingo Hernández. Con el segundo de su lote, que tuvo más fondo, dejó algún destello al natural pero sin llegar a ser una obra maciza. El fallo con la espada hizo que la faena fuera silenciada.

Marcos Pérez, tras estoquear el primer toro de su vida, afirmó en el micrófono de Toros que «el toro se ha parado muy pronto. Ha molestado al principio el aire, pero no lo he visto malo. Va todo por mi abuelo; sin él, no me hubiese dedicado a esto».

Su padrino de alternativa, Daniel Luque, saludó sendas ovaciones en ambos toros, mientras que Juan Leal fue el triunfador numérico de la tarde al cortar dos orejas a su primero y dar una vuelta al ruedo en su segundo.