Sello 'Made in Cuenca'

Leo Cortijo
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Quesos Villarejo incrementa su canal de exportación y ya llega a 15 países, mientras que Rujamar ultima su desembarco en Dubái a través de una gran cadena de supermercados.

Diego Álvarez es el director comercial de la empresa Quesos Villarejo. - Foto: L.C.

El sector agroalimentario desempeña un papel protagonista en la película de las exportaciones conquenses. No en vano, este apartado supone en torno a dos tercios de todo lo que la provincia vende más allá de las fronteras nacionales. Para estas compañías la porción de pastel que representa el comercio exterior cada vez es más importante y la línea de negocio en este sentido aumenta a un mayor ritmo, fruto además de la tendencia general del mercado. La competencia también se incrementa y hay que estar presente en tantos lineales como sea posible.

Un buen ejemplo de ello es Quesos Villarejo. Esta empresa, que se dedica a la elaboración artesanal del auténtico queso manchego, lleva el nombre del municipio de Villarejo de Fuentes por hasta 15 países. Comenzó su andadura en 1987 y apenas 13 años después ya estaba comercializando sus productos en el extranjero, principalmente en Reino Unido, primer mercado al que accedió. Ahora bien, tal y como destaca su director comercial, Diego Álvarez, el gran boom de la empresa en este sentido fue hace unos tres años. Desde las islas británicas saltaron a otros países de Europa, pero no se han quedado solo ahí.

Quesos Villarejo también está presente, por ejemplo, en Oriente Medio en territorios como Kuwait o Líbano; en Asia lo está en Corea del Sur y pronto lo estará en China y Vietnam; mientras que al otro lado del Atlántico ya trabajan con Canadá y este año han cerrado un importante acuerdo con Estados Unidos. Tan importante resulta el mercado internacional para esta firma que ya representa en torno al 35 por ciento de su facturación anual y «queremos que en los próximos años alcance un 45 por ciento de cuota de mercado», remata Álvarez, porque «el objetivo es seguir abriendo mercados y ser atractivos para los importadores».

Grupo Avícola Rujamar confía la dirección comercial en Ángel María Pinacho.Grupo Avícola Rujamar confía la dirección comercial en Ángel María Pinacho. - Foto: L.C.

Para llegar a este nivel, Quesos Villarejo no solo ha potenciado su marca a través de una trabajada página web y de la asistencia a destacadas ferias internacionales, que es «clave», sino que también se ha apoyado en entidades públicas como el Instituto de Promoción Exterior de Castilla-La Mancha (IPEX) o el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), entidades que promueven la internacionalización de las empresas españolas y la promoción de la inversión extranjera.

Una apuesta clave. Uno de los proyectos más importantes con DNI conquense, Rujamar, ultima en estos días el desembarco en Dubái a través de una gran compañía de supermercados que opera en todo el emirato. Según explica el director comercial de este grupo avícola, «en dos semanas estaremos presentes con nuestra marca y con unos packs diseñados tanto en árabe como en inglés».

Ésta es la principal apuesta de la empresa a corto plazo, pero ya tenía un camino recorrido hasta ahora. Las exportaciones suponen en torno al 10 por ciento de la facturación y de ese porcentaje la mitad lo aglutina Israel. Ahora bien, Pinacho explica que trabajan mucho «bajo demanda» y que hay épocas del año, dependiendo del déficit de huevos ecológicos que haya, en las que también venden al norte de Europa, principalmente en Países Bajos y Bélgica. También maniobran con países africanos, como por ejemplo Mauritania. Con todo, y a pesar de que el huevo es un mercado muy localista, Rujamar redobla sus esfuerzos por desarrollar un plan de negocio que le lleve a aumentar las ventas en el extranjero.