Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Una presidenta imaginativa

30/10/2020

La presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ya manifestó en su día que para hacer frente a la pandemia del covid-19 hacían falta “soluciones imaginativas”, y ha llevado su ingenio clarividente a solicitar la aplicación de los confinamientos perimetrales por días en lugar de por semanas o periodos de tiempo más largo como adoptan el Resto de las comunidades autónomas. Porque solo ella se ha dado cuenta de que los contagios se reducen con la menor intervención posible en la vida cotidiana de los madrileños.  

Si Isabel Díaz Ayuso lleva razón cuando afirma que no existe ningún estudio de los especialistas que reconozcan que el confinamiento perimetral de una comunidad autónoma es el sistema adecuado en la lucha contra la pandemia  y los contagios por el coronavirus continúan desbocados, es que da por bueno que solo existe un método eficaz para lograrlo, el confinamiento total y radical que se utilizó en la primavera pasada y con el que se logró doblegar la curva de contagios.  

Tras un encuentro con los presidentes de las comunidades autónomas colindantes con Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León, en un ejemplo de colaboración horizontal entre regiones que  podría haberse convertido en paradigma para otras actuaciones similares en otros lugares, la presidenta madrileña deshizo el encanto con una propuesta que no ha encontrado respaldo en ningún otro presidente autonómico ni tan siquiera de su mismo partido, con lo que vuelve a mostrarse como el ariete del PP contra el Gobierno de coalición utilizando la pandemia como excusa y contribuyendo a la ceremonia de la confusión con la que los dirigentes de su partido suelen ser tan críticos, pese a que tiene por objeto favorecer la cogobernanza.    

El ejemplo de países como Francia o Alemania, cuyas máximas autoridades acaban de aprobar medidas de lucha contra la pandemia muchísimos más duras que las aprobadas por el Gobierno y puestas en marcha por las comunidades autónomas, y las advertencias que lanzan a sus ciudadanos sobre la `posibilidad de ser más restrictivos con sus movimientos no sirven de ejemplo a Isabel Díaz Ayuso, cuya única medida ha sido aplicar el toque de queda de doce de las noches z seis de la mañana y los confinamientos por áreas de salud cuyas infracciones, en el caso de la ciudad de Madrid, son prácticamente imposibles de detectar.  

La decisión de Díaz Ayuso de aplicar el confinamiento perimetral de Madrid solo los días de los puentes de Todos los Santos y de la Almudena es una medida populista e ineficaz, sobre todo porque las dos Castillas han decretado el confinamiento perimetral que prohíbe la entrada y salida de ciudadanos en esas regiones por periodos más amplios, hasta el 9 de noviembre –con las salvedades previstas en la norma- y por lo tanto los madrileños  no tendrán adónde ir ni podrán recibir visitas.  Una buena vigilancia policial disuasoria en las ‘fronteras’ comunes anula la idea imaginativa de Díaz Ayuso. Y si en la reunión con sus homólogos, criticaba que la gestión de la pandemia se ha desarrollado entre el caos y la polémica, con su decisión solo ha contribuido a a aumentar ambas sensaciones y a romper “una foto” que hacía presagiar un clima de entendimiento. Pablo Casado, en su intervención sobre la aprobación del nuevo estado de alarma no dijo nada, ni a favor ni en contra de la decisión de Madrid.