A un solo 'clic' de la salud

Manu Reina
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Los alumnos Daniel Iradier, Juan Cano, David Ortega y Ayan Mameyev crean la aplicación Depresu para ayudar a las personas a combatir trastornos mentales

A un solo ‘clic’ de la salud - Foto: Manu Reina

No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Menos aún si apenas tienes por delante un día y medio para crear y presentar una innovadora aplicación que pueda dar respuesta a un problema social. El reto no es nada sencillo, pero cuatro estudiantes de la Escuela Politécnica de Cuenca, de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), lo consiguieron en base a mucho sacrificio. Además, este ejercicio de rapidez y solvencia les sirvió para conquistar el primer premio de la última edición de HackForGood, que es una competición que convoca Telefónica para el desarrollo de soluciones tecnológicas innovadoras y en el que participaron más de un millar de jóvenes de 24 universidades, concretamente, con las cátedras que tiene la multinacional de telecomunicaciones repartidas en todo el territorio nacional. 

Los conquenses Daniel Iradier, Juan Cano, David Ortega y Ayan Mameyev, que es un estudiante de Kazajistán, son los fundadores de Depresu. Se trata de una aplicación adaptada a distintos dispositivos tanto de iOS como Android que permite al usuario conocer su estado de ánimo en cada momento en base a sus respuestas. Cano señala que el objetivo es «ayudar a la gente a autoevaluarse y facilitar el contacto con profesionales». Además, Iradier señala que se decantaron por esta temática a propuesta de Save The Children como reto, y que centraba el punto de mira en los jóvenes. Cabe destacar que cada vez son más los adolescentes que experimentan episodios de depresión, ansiedad o insomnio. «Teníamos muy claro que queríamos hacer la aplicación sobre este problema social», explica Iradier. 

Coordinación. El equipo trabajó sin descanso en esas 36 horas desde el Laboratorio de la Cátedra UCLM-Telefónica en el Instituto de Tecnología, Construcción y Telecomunicaciones de Cuenca. Con la ayuda del profesor Jorge Mateo consiguieron una aplicación que aunque por ahora no esté operativa sí que lo estará «muy pronto», asegura Cano. Para que todo fuese un éxito, los cuatro alumnos se repartieron las tareas y funciones. Ortega se encargó de dar forma a la base de datos y aportar sus conocimientos en cuanto a programación, Mameyev ejecutó los diseños e implementó los colores de la aplicación, Cano hizo lo propio con el contenido multimedia y, por último, Iradier asumió las riendas de la coordinación del equipo y unió todas las partes anteriores dentro la programación. «Estamos muy contentos con el resultado», destaca el coordinador. Y es que la aplicación cuenta con todo tipo de detalles. El primer paso es «poner tu nombre», explica Iradier, que resalta que es «muy fácil de usar». Por ahora cuenta con características muy importantes que permite al usuario realizar test diarios para conocer cómo se encuentra anímicamente o completar unas preguntas para rellenar el conocido DASS 21, que es un sistema que usan los profesionales sanitarios para dar un diagnóstico sobre un estado emocional. Por último, una vez se han completado los pasos anteriores, se obtiene un gráfico propio que ofrece información sobre el nivel de ansiedad, estrés o depresión. La aplicación cuenta también con colores «muy llamativos, que se han elegido con criterio», asegura Mameyev. Además, la aplicación ofrece consejos y facilita el contacto con psicólogos.

Depresu no sólo fue la iniciativa ganadora a nivel nacional hace apenas unas semanas, sino que también conquistó previamente la competición regional, que se celebró en octubre. Y es que es sin duda una aplicación que puede cambiar el futuro de las personas que sufren y combaten cualquier tipo de trastorno mental. Por suerte, estos alumnos tienen claro que quieren seguir trabajando en la aplicación hasta tal punto que sea posible «integrarla con pulseras inteligentes», así como añadir «más consejos, respuestas e información» o «incorporar una larga lista de psicólogos que puedan atender a los usuarios», avanza Iradier. 

El docente y guía de este ganador proyecto reconoce que siente una enorme «satisfacción» tras ver cómo sus alumnos «se han tomado en serio la competición y que la hayan aprovechado para adquirir conocimientos y una gran reputación». Además, estos chicos quieren ir a más y ya se han puesto manos a la obra para competir en septiembre en una nueva fase que organiza Telefónica, empresa que valora y premia el desarrollo de estos proyectos durante todos estos meses. El ejercicio de estos estudiantes es admirable porque las personas tienen la salud al alcance de un solo clic.