El FMI censura las recetas fiscales de Sánchez

Agencias
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El organismo internacional recomienda a los Ejecutivos no bajar impuestos ni topar los precios y evitar bonificaciones generales para luchar contra la inflación

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. - Foto: EFE

La subida de los precios, a los que se suman el fuerte incremento de los carburantes y las consecuencias de la guerra en Ucrania, están golpeando de manera unánime a todos los países del planeta. Para intentar paliar ese alza de la inflación cada Estado ha tomado sus propias recetas fiscales, unas medidas que fueron ayer analizadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que recomendó a los gobiernos evitar bajar impuestos y subsidios generalizados, no topar precios y optar por las ayudas concretas a los grupos más vulnerables para intentar salvar esta tendencia alcista.

Según el recetario publicado ayer por el FMI, la batería de medidas de política fiscal que deben seguir los Estados para combatir la subida de precios están muy alejadas de las medidas aprobadas por Sánchez hasta la fecha y, en muchos casos, van incluso en el sentido contrario.

«La política fiscal tiene un papel crucial para aminorar el impacto en los hogares más vulnerables. Los gobiernos deben buscar el equilibrio entre asegurar el acceso a la energía y los alimentos, normalizar su fiscalidad después de la expansión sin precedentes que llevaron a cabo en 2020 y promover la transición verde», señaló la institución que dirige Kristalina Georgieva.

El organismo internacional pide que los países dejen que los precios suban y que los incrementos en el mercado internacional se trasladen al mercado interno. Esto supone que el Fondo no recomienda aprobar topes de precios, como el que prevé aplicar en nuestro país el Ejecutivo sobre el precio del gas.

«Los países deben permitir que el aumento de los precios internacionales de los combustibles se transmita íntegramente a los usuarios nacionales. En el caso de la energía, la respuesta de la demanda puede ser considerable, en cambio, los alimentos son un bien básico que se lleva una fracción mayor de los ingresos de los pobres y puede ser menos elástico a los precios. Por lo tanto, debe darse prioridad a garantizar un acceso asequible a los productos básicos, especialmente cuando la seguridad alimentaria es una preocupación», señalaron desde este ente mundial.

En este sentido, el Fondo entiende que los países deberían dar ayudas directas, de forma temporal, a los hogares más vulnerables. 

Otro de los consejos que recomienda el FMI es que no se den ayudas generalizadas a toda la población, como sucede en España con la bonificación de los 20 céntimos por litro de combustible, que está vigente desde el pasado 1 de abril.

Mantener las cargas

Este organismo tampoco es partidario de bajadas de impuestos, aunque estas sean temporales o puntuales. Precisamente, en España está suspendido el impuesto del 7% a la cogeneración y se bajó al 10% el tipo impositivo del IVA sobre la electricidad para los consumidores con menos de 10 kW. 

Según explicó el FMI, «no es aconsejable reducir los impuestos sobre la energía y los alimentos, ya que dada la prevalencia de los impuestos ad valorem (como el IVA o los impuestos especiales), el aumento de los precios y la elasticidad de la demanda relativamente menor implican que en muchos países los ingresos fiscales aumentarán cuando suban los precios de la energía y los alimentos». 

Además, una reducción general de los impuestos «implica un alivio para todos, incluidos aquellos hogares más acomodados, y supone, en consecuencia, la pérdida de importantes ingresos cuando más se necesitan», concluyó la institución que preside Georgieva.