Jesús Fuero

TERCERA SALIDA

Jesús Fuero


Númenes de mi patria

29/11/2021

De alegría, de amor y de consuelo tres númenes envía el todopoderoso al mortal en este mundo: la patria, la mujer, poesía. Y en esta vida tan precaria que llevamos no somos capaces de inquirir, por nuestra limitada inteligencia, a qué lugar debemos mirar para tener esperanza, para dejar en la tierra un recuerdo que por nosotros viva. Es la Patria hoguera y hogar en que se inflama el corazón del héroe. Lo hace en las lides, despreciando las penas y la muerte por Dios, y su derecho fiel combate. Hoy solo parece que tengan patria los indepes más intolerantes que se autoproclaman indepes. A los españoles les gusta la copla, bailar ese pasodoble que dice «no te vallas de Navarraaaa» -y la navarrica se fue a euskadi. 
   La mujer es otro numen, aunque cada vez quedan menos Dafnes y más Helenas, menos Penélopes y más First dates de aquí te pillo aquí te mato. Más cornudos en esta isla de las tentaciones llena de occidentales orgasmatrix. Cutrez en la que cada cual se inventa fogosidades y vicios en que ejercitarse según su ánimo o el ánima del domine y los catres que domine. Nos queda para la mujer la poesía, para la patria la poesía, para el hombre y el cielo la poesía. Ella es inextinguible fuente de satisfacción y desahogo. Notas musicales que iluminan la humana inteligencia; que brilla cuando la pasión se desata; cuando las emociones nos desbordan. Por ella sabemos de lo bueno y lo bello. Ella es fuerza que abre las puertas de la prisión en la que el hombre pena su mal o el que hizo a otros. El mayor carcelero es el que encarcela el alma. 
«El olor de los claveles españoles no lo pueden otras flores igualar" dice la copla, o lo que queda de ella, la que de la vida las miserias canta: «Cántame un pasodoble español». Del mundo la música que los bienes alegra. En todo se necesita más que nunca la inspiración. Para el canto ¡oh Poesía!, las espirituales de Lope de Vega, y esotros áureos de las edades primeras con los que aprendimos. Muestran los sabios iluminados su fuerza creadora, la vida del genio, del poeta, héroe, deidad, oráculo, profeta, bardo, vate, hechicero, trovador y aedo. En todas las edades y civilizaciones la fábula y la historia le cedieron el saber, el poder, los atributos. El arpa fue milagro que atrajo penas y amansó brutos. "No debía de quererte y sin embargo te quiero" fue lo que entendió el enamorado dando un paso sin estrofa. El vate con su acento quisiera ser cual coro de amor y de armonía, y los pueblos hermanar. Tan magno intento, solo cabe en ti ¡oh Poesía! Feliz el mortal que en el fuego santo de las musas se inspira. Dichosa la agraciada a quien conmueve el canto, cuando con el goza o con dolor desea. Feliz el corazón que arde y palpita por la estirpe y su gloria cuando en el recreo de la vida escucha la lira que Píndaro agita, que se inflama con la trompa de Tirteo, ese poeta del que nos habló uno de la Peraleja, «Conde y García». Feliz el pueblo que comprende y siente las obras de sus poetas, su lenguaje, y en público homenaje el lauro del honor ciñe a su frente. Calíope llevó corona dorada, Melpómene lloró su canto. Erató enamoró al poeta, y con Talía nació la Arcadia. Por hija predilecta de las Musas en la presente edad, y en las pasadas, yo proclamo a Castilla, patria de las deidades, de Remón, de Lope, de Cervantes, y vuestra.  

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