«Prefiero no ilusionarme; si luego hay una posibilidad...»

Leo Cortijo
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El empresario de la plaza de toros de Cuenca, que en esta entrevista pone varios puntos sobre las íes, tiene claro que en las condiciones actuales es «inviable» ofrecer un festejo taurino tanto económica como sanitariamente

Maximino Pérez, empresario taurino - Foto: Reyes Martí­nez

Todos los focos apuntan ya a la última semana de agosto. ¿Sería posible organizar la feria taurina de San Julián? Ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Despejar esa incógnita ahora mismo es  casi misión imposible. El empresario de la plaza, que en esta entrevista pone varios puntos sobre las íes, tiene claro que en las condiciones actuales es «inviable» tanto económica como sanitariamente. Ahora bien, es un juicio a tres meses vista, y ahí radica la clave de todo el asunto.

- Hablamos cuando más golpeaba la pandemia y me mostró su preocupación y que lo taurino se supeditaba a lo humano. Con todo, tenía alguna esperanza de que pudiera haber toros en Cuenca en agosto. Han pasado más de dos meses desde entonces. ¿Qué sensación tiene ahora?

- Una sensación parecida. Prudencia y más prudencia. La salud prima por encima de todo lo demás. Mientras siga habiendo contagios y fallecidos, poco cabe valorar. Si hacemos las cosas mal, habrá más casos y más muertos. El exceso de confianza es el que te hace equivocarte en la vida y por eso yo prefiero ser prudente y ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Respecto a lo que pudiera pasar con la feria de Cuenca... tengo muchísimas dudas de que se pueda llegar a dar, porque en lo sanitario es complicadísimo tener un control con lo que ha marcado el Gobierno y en lo económico es inviable con el aforo que se nos permite ahora.

- Igual por esos excesos de confianza que apunta, hay empresarios que ya han manifestado que les gustaría dar festejos esta temporada. ¿Qué piensa cuando escucha eso?

- Les doy mi enhorabuena por todas esas decisiones que van a tomar, les deseo muchísima suerte porque la van a necesitar y luego voy a la iglesia a rezarle a mi Dios para que no haya ningún contagio más y no haya muertes. Ni más ni menos.

- Sin Feria y Fiestas de San Julián, suspendidas, ¿se descartan automáticamente los festejos taurinos?

- En el momento en el que se suspenden las fiestas hay que descartar cualquier evento que se pueda dar con esa festividad, a no ser que tenga una autorización especial con todas las garantías necesarias para que sanitariamente no haya ningún problema. Por tanto, suspendida la feria, claro que es difícil que haya toros. Tendría que ser algo muy excepcional y muy controlado. Ahora bien, si hay algún evento que se pudiera celebrar excepcionalmente dentro de la feria, sería éste porque cada entrada tiene un asiento localizado. En el recinto ferial o en un concierto, por ejemplo, no se puede hacer eso. Pero insisto: es difícil controlarlo y hay que tener responsabilidad. En este momento, que yo pudiera tener esa responsabilidad lo autodescarto porque en mi conciencia no quiero que haya ningún contagio ni ninguna muerte.

- Eso es a nivel sanitario, pero a nivel económico, con las restricciones de aforo, ¿es viable dar toros?

- Evidentemente no. Es imposible. Es inviable económicamente ofrecer un festejo taurino de la magnitud de los que hacemos en Cuenca. Con solo un 30 por ciento del aforo ya no tengo que hacer más números para ver si es rentable o no. No lo es. Depende del presupuesto del festejo, no es lo mismo en Seat, que un Mercedes o un Ferrari. Cada cartel tiene diferencias económicas, pero vamos, hablamos de que mínimo tiene que haber 5.500 o 6.000 personas en la plaza para empezar a liberar un festejo económicamente hablando.

- Si 2020 termina sin festejos taurinos, ¿cree como apuntan algunos que pesará como una losa en la afición y se apagará parte de la llama?

- Que se dejen de losas y demás milongas... Además de tener una pandemia, dentro de la tauromaquia tenemos un gran problema, que ya veremos a ver cómo se soluciona. Si en esta situación no somos capaces de que haya festejos este año porque no se pueden cambiar los reglamentos porque hay determinados estamentos interesados en seguir cobrando por una actuación de un ratito de 10 minutos lo mismo que cobra un médico en la situación que estamos, es porque somos imbéciles. A partir de ahí, con un cambio de reglamento, habría festejos que se podrían dar en determinados sitios y seguiría la llama viva. El problema es que tenemos estamentos que quieren seguir aprovechándose de la tauromaquia con el alegato de que son muchos puestos de trabajo, cuando es una gran mentira. Ese es el principal problema, y el que no lo diga así es que no está siendo claro.

- El mundo del toro ha reaccionado y ha lanzando un mensaje al ministro de Cultura, etiquetándole como el de la censura al no tenerlos en cuenta en las ayudas gubernamentales...

- ¡Claro! Si no quita una cosa para la otra. Todos estamos ahí y seguimos siendo aficionados, el problema es que los mismos que integramos la tauromaquia y evolucionamos dentro de ella y tomamos las decisiones, desgraciadamente, nos vemos atados de pies y manos en muchas ocasiones porque dentro de la misma hay muchísimos intereses. Y al haber tantos intereses, a la tauromaquia no le dejan evolucionar. Lo estamos viendo ahora, vuelvo a repetir, con los cambios de reglamentos, que plantean modificaciones muy importantes para abaratar el presupuesto de los festejos y que se puedan desarrollar, y hay un estamento, que es el de los subalternos, que nos están poniendo a caer de un burro. Y no tienen ningún tipo de razón. Y más con el riesgo que tenemos de que esto puede desaparecer...

- Lo de siempre. En el toro es difícil encontrar una batalla a la que todos los guerreros vayan unidos...

- Siempre son los mismos intereses, que son los económicos, que es lo triste de esto. Que digan las cifras de lo que cobra una persona por estar diez minutos trabajando... Es triste que sea lo mismo que un médico que trabaja diez horas al día en esta situación. Ese es el rollo de esta película, que nadie es capaz de decírselo y de poner los puntos sobre las íes.

- El sector pone el foco sobre el Gobierno por no conceder ayudas.

- Después de tanto tiempo pagando todos y cada uno de nuestros impuestos y de generar riqueza para el Estado, en esta situación tan grave, ves que al final el Gobierno te deja solo, lastrado y tirado en la cuneta. ¿Para qué pagamos impuestos entonces?, ¿para que cuando se dé la situación más difícil de nuestras vidas nos deje tirados? Es una vergüenza lo que lleva haciendo mucho tiempo el Gobierno con la tauromaquia. Ahora parece que hemos abierto los ojos, pero ya lo sabíamos, desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa esto iba a ser un gran problema, acompañado o no de Podemos, da lo mismo. El responsable máximo y el que tiene la sartén por el mango es el señor Sánchez. No culpo ni al PSOE, culpo a Sánchez, porque esto no es el PSOE. El PSOE que todos hemos conocido no es éste; éste es el partido de Sánchez.

- Ahora que lo dice, hay un PSOE que es el que gobierna en Castilla-La Mancha que cierra filas en torno a la tauromaquia en cualquier circunstancia y siempre que puede...

- ¡Eso es! Por eso no responsabilizo al PSOE, porque el Partido Socialista es otra cosa. Sánchez es un señor que se está aprovechando de un partido para gobernar. Como todos sabemos, Sánchez es una gran mentira. Posiblemente, es el español más embustero que ha pisado la faz de la tierra en toda la historia. Es difícil encontrar una persona que mienta más que este señor, porque ha engañado hasta los de su propio partido.

- García-Page ya se ha reunido con el sector taurino y promoverá los festejos esta temporada. ¿Cómo ha recibido esa iniciativa del Gobierno regional?

- No es que la hayamos recibido ni mejor ni peor; lo único que te puedo decir es que lo está intentando y lo está haciendo. Y espero que lo consiga. Desde aquí, mi agradecimiento por esa mano que nos lleva echando tantísimos años. No solo a él, sino también a cualquier partido o a cualquier político que así lo estime. En especial, a José Luis Martínez Guijarro, que es el conquense que tenemos más alto políticamente hablando, y es el que más ayuda a la tauromaquia porque es muy aficionado.

- Otro asunto más: algunos no entienden cómo es posible que haya salido de la junta directiva de la patronal (Anoet) que agrupa a los principales empresarios taurinos...

- Bueno... son circunstancias. La abandoné por un tema personal y familiar, al margen de que esté de acuerdo o no con las decisiones que se toman en la directiva, que por supuesto con muchas de ellas no lo estoy. No estoy de acuerdo en muchas ocasiones porque creo que le tendríamos que dar una vuelta a todo lo que se intenta hacer y cambiar un poco el rumbo de lo que ha sido Anoet.

- Lo de renovarse o morir no termina de asimilarlo el mundo del toro...

- Nos cuesta mucho trabajo, sí. El sillón es muy cómodo. Es difícil mover a alguien de una posición tan cómoda como para que sea consciente de que de vez en cuando hay que reordenar las cosas para que sigan funcionando. 

- Con toda la incertidumbre de la que hablaba, ¿sigue trabajando en la feria y hablando con los toreros para una posible contratación?

- He paralizado las conversaciones, pero tenía avanzada buena parte de la feria, un 50 por ciento ya estaba comprometida. Me gusta ser una persona seria y cuando vi la evolución de todo esto, tanto las contrataciones que tenía ya cerradas como las que estaban avanzadas las paralicé. Liberé ese compromiso por una sencilla razón, y es que si otros sitios podían coincidir en el tiempo, no iba a tener agarrada una fecha sabiendo que va a ser difícil que se pueda lleva a cabo...

- ¿Había pensado algo especial para la feria de este año?

- Siempre hay algo especial en la Champions de San Julián. Unas veces con más resonancia o relumbrón, pero siempre hay algo especial. Nunca nos olvidamos de hacer cosas diferentes y ser distintos a otras ferias del mismo nivel que la nuestra. 

- Termina la entrevista y no sería capaz de decir que no habrá toros en Cuenca al cien por cien. Vaya, que no pondría la mano en el fuego... 

- Sería fácil que te quemases (risas). No sé qué porcentaje de posibilidades es el que has sacado como conclusión de la entrevista, pero yo creo que ha quedado muy claro, al verdad. Es inviable sanitaria y económicamente según están las circunstancias ahora mismo...

- Ahora mismo sí, pero para agosto quedan tres meses todavía... 

- Sí, pero es que tú me estás haciendo la entrevista el veintitantos de mayo y la feria empezaría el 22 de agosto... Yo prefiero ser sensato ahora y pensar que no va a haber nada; y si el día de mañana hay una mínima posibilidad... Pero de momento no quiero hacerme ilusiones con nada.