A las 15,30 horas de aquel viernes 13 de marzo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que al día siguiente el Consejo de Ministros se reuniría para declarar el Estado de Alerta por la pandemia del Covid-19. Hasta el momento ya se habían registrado más de 4.200 contagiados y habían fallecido 120 personas. El sábado compareció Sánchez para anunciar un secreto a voces: Hasta nueva orden la población quedaba confinada en sus casas, se paralizaba toda actividad industrial y comercial, se reducía el tránsito de personas y de transporte de mercancías, y solo se permitía las actividades que estuvieran relacionadas con artículos y alimentos de primera necesidad. 

Toda relación comercial con el exterior quedó restringida y prácticamente paralizada, salvo que se tratase de material sanitario o que garantizase el abastecimiento necesario para la salud pública.

Esta situación, de la que se hablará durante muchos años y condicionará la economía y vida de los ciudadanos en los próximos meses, llegó justo cuando se marcaban cifras récord en la exportación de productos elaborados y manufacturados por empresas de la provincia conquense. El flujo de ventas en el exterior no solo iba por buen camino, sino que estaba experimentando un incremento notable al alza y tenía visos de crecer exponencialmente a lo largo del presente año. 

Por poner un ejemplo, desde enero y hasta marzo de este año, y a pesar de frenar bruscamente a mitad de mes, se habían vendido productos conquenses por valor de 146,1 millones de euros, cerca de 18 millones más que en el mismo periodo del año anterior (un 12,5% de aumento). Así lo confirma el último informe de Análisis del Comercio Exterior Español, de ICEX España Exportación e Inversiones, que corrobora la fuerte subida de comercio exterior en los últimos años. 

Y es que, al término del pasado año, se había logrado la cifra más alta de ventas de la serie histórica. Cuenca había facturado al mundo 529.636.710 millones de euros, un 10,73% más que en el año anterior.

Por lógica, la gráfica ascendente se detendrá de forma violenta por el parón obligado del confinamiento. Se desconoce cómo se comportarán los mercados a partir de la desescalada y la vuelta a la nueva normalidad ni cuánto tiempo hará falta para volver a los óptimos registros de marzo.

Productos. ¿Por qué ha crecido tanto el número de exportaciones al exterior en los últimos meses? ¿Cuáles son los productos más demandados por las empresas y los consumidores de otros países? La respuesta es simple. De los 146 millones de euros facturados de enero a marzo, 112 corresponden a productos agroalimentarios y bebidas –84,5 del primer epígrafe y 27,6 del segundo–. El resto de ventas se reparten entre productos industriales y tecnología (33,1 millones), y bienes de consumo (709.000 euros).

Dentro de los productos agroalimentarios que se elaboran por empresas conquenses, destacan los derivados de carne porcina que acumulan cerca de 43 millones de euros. Entre ellos, se han comercializado en el extranjero 16,4 de ‘panceta y trozos de panceta de la especie porcina’,  9,2 millones de ‘carne de animales de la especie porcina doméstica’, o 4,8 millones de ‘despojos comestibles de animales de la especie porcina congelados (excepto hígados)’. Además, se incluyen partidas exportadas de ‘jamones y trozos de jamón sin deshuesar’, chuleteros o paletas de jamón.

No obstante, la mayor partida de ventas corresponde a los 22,9 millones de euros de ‘ajos, frescos o refrigerados’, que se han comercializado en varios países. Otra cantidad interesante son los 18,7 millones de euros que se facturaron en concepto de ‘relés para una tensión inferior o igual a 60 V, para intensidades superiores a 2 A’.

Igualmente, en los tres primeros meses del año también se han exportado siete millones de euros de jugo de uva o mosto, 2,3 millones de ‘huevos de gallina de la especie gallus’ o 1,8 millones de euros en ‘aceite de oliva virgen extra’.

Países conectados. ¿Qué países tienen Cuenca como referencia de calidad? El flujo comercial con países de la Unión Europea se mantiene en los últimos meses, también el de la zona euro y el del resto de Europa, mientras que se consolidan como mercados emergentes América Latina, Asia, y África y Oceanía en menor medida. No obstante, el 41,3% de lo facturado entre enero y marzo fue a parar a los países de la UE.

Francia ostenta el primer puesto de este ranking con 30,8 millones de euros adquiridos en productos de Cuenca, cuatro millones más de los que se facturaron en el primer trimestre de 2019. 

Sin embargo, algo ha cambiado de un año para otro en este particular top ten, puesto que Italia deja paso a China como segunda nación compradora. Hace un año, Italia adquiría por valor de 15,5 millones de euros y el país asiático lo hacía por valor de 9,8 millones, ocupando el tercer lugar. Ahora los valores se invierten y es China la que aumenta hasta los 17,8 millones de euros por los 9,2 del país trasalpino.

Otro de los países que ha aumentado notablemente la compra de artículos y alimentos Made in Cuenca es Japón. Hace un año no aparecía en este top ten y ahora ya es la tercera nación con 11,8 millones de euros facturados. En esta lista, se mantienen Alemania, Reino Unido, Portugal, Marruecos, Estados Unidos, Países Bajos, y crecen Polonia, Dinamarca o Rumanía, en detrimento de otras naciones que descienden en el número de compras, caso de Corea del Sur.

Como dato curioso, en los primeros meses ha crecido la exportación en países tan dispares como Turquía, Noruega, Suecia, Rumanía, Eslovenia, Letonia o Estonia que, seguramente, han visto que la relación calidad-precio de los productos que se elaboran y fabrican por empresas conquenses son una gran oportunidad y una garantía de éxito.