Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Restaurar la confianza

05/05/2022

La ministra de Defensa, Margarita Robles, que compareció en la comisión correspondiente del Congreso para hablar de la "Brújula Estratégica Europea" tuvo que ver como a muy pocos portavoces le interesaba su exposición porque fueron allí a pedir explicaciones y asunción de responsabilidades por el espionaje sufrido por los independentistas catalanes, y también por ella misma y el presidente del Gobierno. Sus intervenciones estuvieron marcadas por el ánimo de restaurar la confianza en los servicios de inteligencia, en el CNI situado en el punto de mira sobre todo por la brecha de seguridad que se ha producido, aunque sigue habiendo una gran cantidad de dudas por resolver sobre el cómo, el quién y qué ha ocurrido con el espionaje realizado o padecido, que en algún caso podría haberse realizado con autorización judicial y en otros evidentemente no. En cualquier caso, se trata de que el escándalo político que se ha producido por acción u omisión se explique a la mayor brevedad posible, a pesar del riesgo de que se abran nuevos conflictos diplomáticos, si llegara el caso, o con la depuración de responsabilidades internas.

Margarita Robles no se ha salido de las pautas establecidas de su obligación de respaldar la actividad del CNI en favor de la seguridad de todos los españoles, de su trabajo con respeto a la legalidad y de situar la información sobre los casos de espionaje registrados en el marco de la comisión de gastos reservados, en la que comparece hoy la directora del CNI, Paz Esteban y no de una comisión de investigación que tendría escasa virtualidad a efectos de esclarecer los hechos y que supondría abrir una causa general sobre los servicios secretos, y la petición de responsabilidades políticas que le alcanzan a ella, como le ha pedido su socio de gobierno, Pablo Echenique, y sobre todo a Paz Esteban, a la que los ministros ni defienden ni dejan de defender, a la espera de los resultados de las investigaciones internas en marcha. .

En este caso de espionaje en sus múltiples derivadas, se han evidenciado las formas tradicionales de cada partido con respecto al CNI, como ha quedado de manifiesto durante la sesión parlamentaria. Para la izquierda y los independentistas cualquiera de sus actuaciones está más relacionada con las cloacas del Estado, de las que sospechan que les espían -y así ha ocurrido en algunas ocasiones constatadas- que con su labor en defensa de la seguridad colectiva, mientras que los partidos que han tenido responsabilidades de gobierno, como el PSOE y el PP, y el resto de partidos de la derecha, han cerrado filas en la defensa de los servicios secretos, de su actividad de su compromiso con la defensa del Estado de derecho, y  en el prestigio del CNI en su colaboración con los servicios secretos extranjeros, bien ganado a pulso durante muchos años y que tiene las suficientes cortapisas para evitar que los asuntos que conozca por esas relaciones lleguen a los oídos que no deban por medio de los portavoces parlamentarios que ahora van a formar parte de la comisión de gastos reservados.

A la espera de una información clara y coherente de lo que ha pasado en los procesos de espionaje conocidos de forma casi simultánea, se le suma un cúmulo de informaciones interesadas que parten de los propios servicios de información, en defensa de sus intereses corporativos que contribuye a aumentar la brecha de seguridad que se ha producido.