Nada será igual en el comercio internacional y en la externalización de productos elaborados y fabricados en Cuenca. La sombra alargada del Covid-19, que planea desde hace meses por el mundo, ha cambiado las reglas del juego mercantil. El punto de inflexión se produjo a mediados de marzo. Hasta entonces, el comportamiento y movimiento de los mercados era propicio para las empresas locales, que aumentaban paulatinamente sus ventas y entretejían nuevas relaciones comerciales. David Peña, el presidente de CEOE-Cepyme Cuenca, repasa varias cuestiones que se plantean en estos primeros días de desescalada y regreso de la actividad empresarial. 

¿Cómo y en qué medida ha afectado el parón provocado por el estado de alarma a las exportaciones?

Con las empresas con las que hemos hablado nos han dejado ver que esta situación ha generado un parón económico y de movilidad que lógicamente ha tenido su incidencia en las exportaciones. Habrá que esperar a ver los datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para cuantificarlo, pero está claro que habrá consecuencias. 

Según los datos del ICEX,  las estadísticas indicaban que las exportaciones de empresas conquenses estaban creciendo a mayor ritmo que en años anteriores. ¿Se hubiese marcado un récord? ¿Las previsiones indicaban que las ventas en el exterior iban a ser históricas?

El trabajo que se está haciendo en los últimos meses, tanto por parte de las empresas como de las administraciones en este campo, está siendo muy bueno. Podemos hablar de un crecimiento constante en los últimos años. Y es que hemos tenido que lidiar con guerras comerciales, aranceles y problemas que paralizaban las ventas al exterior, seguíamos en el buen camino y parece que íbamos a marcar nuevamente cifras históricas, pero el mercado internacional ahora está condicionado por el Covid-19 y seguramente será imposible hacerlo.

¿Cuál es su opinión sobre la vuelta de la actividad? ¿Habrá un regreso rápido en forma de ‘V’ o nos espera una ‘L’ con base larga hasta recuperar la situación que había antes del 15 de marzo?

Nos gustaría que la recuperación se produjese en forma de ‘V’, pero la economía siempre está ligada a la confianza. Las empresas están ahora en una fase de adaptación a la nueva dinámica y lo mismo pasará con nuestros compradores internacionales, aunque seguro que siguen saliendo productos y servicios al exterior, así que tampoco esperamos una ‘L’, más bien será una ‘U’ con una recuperación lenta.

¿Cree, por tanto, que habrá que pasar varios años por una grave recesión económica?

Está claro que a la crisis sanitaria le sigue una crisis económica y ahora tenemos que centrarnos en dos aspectos fundamentales, por un lado tomar medidas para evitar nuevos brotes, cuyo daño sería brutal en ambos aspectos, y por otro lado debemos apoyar a las empresas, encontrando fórmulas para que puedan subsistir y volver a recuperar la confianza del consumidor tras unos meses sin actividad o con actividad muy limitada. En CEOE-Cepyme Cuenca estamos a disposición de las administraciones para hacerles llegar nuestro punto de vista y lo que necesitan empresas y autónomos, con el fin de poder sobrevivir y seguir sumando bienestar y empleo en la sociedad.

Los productos agroalimentarios manufacturados en Cuenca siguen tirando de las ventas a países externos. ¿De qué manera habría que seguir incentivando al sector primario y a sus empresas para retomar las exportaciones?

El sector agroalimentario es muy bueno en la provincia, siempre ha sido el motor de nuestras exportaciones y supone el 80 por ciento de lo que vendemos a otros países por su calidad y buen precio. Confiamos en que estos factores sigan acercándonos a mercados distintos al nuestro porque tenemos una gran materia prima. Desde nuestra parte seguiremos apoyando estas acciones, intentando estar en ferias internacionales y en lo que sea necesario para mantener los mercados e incluso incrementarlos porque hay margen.

Acuerdos como el recientemente firmado por la Alianza de Comercio Euroasiática deben marcarnos el camino, intentando facilitar la presencia de nuestros productos en nuevos mercados para conquistarlos porque son únicos.

Entonces, ¿el futuro de muchas empresas conquenses pasa por especializarse en alimentos procesados cárnicos, hortalizas, quesos, ajos o vinos?

Más bien pasa porque estas empresas que ahora están empezando a exportar o tienen un mercado internacional más limitado puedan conseguir poco a poco orientar parte de su producción al exterior. Siempre hemos dicho que tenemos mucho buen producto en Cuenca y debemos trabajar en dos líneas: por un lado para que se puedan transformar en nuestro producto, no yéndose la plusvalía a otras y, por otro, intentando ganar mercados exteriores para ser cada vez más rentables.

Nuestro país vecino Francia es el primer exportador que compra en Cuenca, pero China y Japón se ha convertido en segundo y tercero. ¿Hasta qué punto es cada vez más importante el mercado asiático?

El mercado preferente de nuestros productos es la Unión Europea, todos los países, de ahí el perjuicio que nos hace el Brexit y la salida de un mercado tan importante como el británico. En la situación en la que estamos es importante llegar a países que nos ofrecen estas ventajas y sin aranceles. Luego, a partir de ahí, tenemos que seguir explorando nuevos mercados como hacemos con el convenio firmado con la Alianza de Comercio Euroasiática, pero no podemos ponernos límites ni pensar en un mercado determinado porque nos pondríamos limitaciones. 

¿Cree que el virus va a cambiar la manera de hacer negocios en el exterior?

Está claro que ya lo está haciendo, de momento tenemos paralizada la movilidad de personas y también de algunos productos. Los empresarios tendremos que adaptarnos a estas nuevas condiciones, pero es algo que viene ocurriendo en las empresas constantemente y confiamos en encontrar soluciones al respecto.