El mildiu aparece ya en varios viñedos de la Manchuela

J. López
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La Estación Regional de Avisos Agrícolas recibe notificaciones de esta enfermedad en explotaciones de El Herrumblar, Iniesta, Villagarcía del Llano y Villanueva de la Jara

El mildiu aparece ya en varios viñedos de la Manchuela - Foto: Tomás Fernández de Moya

La Dirección General de Agricultura de Castilla-la Mancha informa en su último Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones que en los últimos días se ha detectado la aparición de las primeras manchas de mildiu –enfermedad provocada por hongos– en diferentes explotaciones de la provincia. Concretamente informa que hay presencia de esta infección en viñedos de los municipios de El Herrumblar, Iniesta, Villagarcía del Llano y Villanueva de la Jara, en la Manchuela conquense. Asimismo, se han detectado en las localidades albaceteñas de Cenizate y Villamalea y en las ciudadrealeñas de Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Granátula de Calatrava y Socuéllamos.

La Dirección General, dependiente de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, recuerda que las infecciones producidas a partir de las primeras manchas de mildiu se denominan «infecciones secundarias». Para que se dé dicha contaminación, es necesaria la presencia de conidias (pelusilla blanquecina en el envés), lluvia o humectación  de las hojas superior a dos horas. A su vez, las temperaturas para el desarrollo del hongo deben estar comprendidas entre los 12 y los 30 grados centígrados.

El Boletín explica que el periodo más sensible a las infecciones es el comprendido «entre floración y cuajado». Además, y en caso de producirse tormentas, si el viñedo no está tratado y existen condiciones favorables para el desarrollo de la enfermedad, es conveniente aprovechar el uso de productos sistémicos, penetrantes y de fijación a las ceras cuticulares para detener al hongo. En este sentido, se aconseja vigilar el viñedo, consultar las previsiones meteorológicas y seguir las recomendaciones del técnico de la Agrupación de Sanidad Vegetal (ASV) a la que pertenezca el agricultor. En caso de que fuese necesario un tratamiento, se debe «mojar bien la vegetación y no realizar labores en el terreno que favorezcan la dispersión del hongo».