La Iglesia Católica española atraviesa por un descenso progresivo de vocaciones a tenor de los datos recopilados por la Conferencia Episcopal, que revelan una pérdida de 2.387 sacerdotes, el 12,3% del total que tenía en 2012, y de 2.160 monjas de clausura, el 19,8% de ellas, mientras crece el número de parroquias y se reducen los monasterios en más de un centenar. Asimismo, el número de presbíteros en España era de 16.960 a finales de 2019, que atendían a 22.993 parroquias, cuando en 2012 la cifra era de 19.347 para 22.795 comunidades. También se reducen considerablemente en estos últimos ocho años los catequistas, que pasan de 109.334 en 2012 a los 96.470 de 2019, es decir, 12.864 menos (11,7%).
Estas cifras son extrapolables al caso de la Diócesis de Cuenca y constatan esa tendencia, según los datos que la Oficina de Estadística del Obispado de Cuenca facilitó a La Tribuna a fecha de 31 de diciembre del pasado 2021. Así, la Diócesis conquense contaba al finalizar el pasado año con una población residente de 195.516 habitantes, distribuida entre un total de 326 parroquias, y el número de sacerdotes ascendía a 154, mientras que las religiosas sumaban 173.
Comparando esas cifras con las de 2017 y 2012 se aprecia esa disminución de vocaciones, ya que en 2017 se contabilizaban 179 sacerdotes y 208 religiosas, lo que supone un descenso del 14% y del 16,9%, respectivamente, y esa caída es bastante mayor si nos detenemos en las cifras de hace una década, donde la Diócesis conquense congregaba a 201 sacerdotes y 290 religiosas, lo que se traduce en descensos del 23,4% y del 40%, respectivamente.
Seminaristas. Por su parte, José Antonio Fernández, rector del Seminario Mayor de Cuenca, comenta a este diario que en cambio las cifras de seminaristas han evolucionado de forma positiva, «ya que de los cuatro que había en el curso 2014-15 hemos pasado a los nueve actuales, además nos hemos mantenido en torno a 10 durante los últimos años», apuntaba.
Cuestionado sobre si ese número garantiza cubrir las necesidades de la Diócesis, Fernández argumenta que «desde 2019 llevamos ordenando a dos sacerdotes por año, lo que en principio garantiza cubrir esas necesidades. Además debemos tener en cuenta que bastantes pueblos han perdido mucha población y en las comarcas de La Alcarria o la Serranía hay sacerdotes que llevan hasta siete y ocho parroquias, es decir no se requiere una presencia de sacerdotes tan elevada como antes de producirse ese éxodo».
José Antonio Fernández puntualiza que la situación de la Diócesis de Cuenca es bastante mejor que la que viven otras de similares características: «Podríamos decir que somos un Seminario floreciente en relación al número de seminaristas y a la población en general que tenemos, esa proporción supondría, por ejemplo, que el Seminario de Madrid tuviera 300 en lugar de 100».
En cuanto a la procedencia de esos seminaristas, desvela que los nueve son conquenses, concretamente siete de la capital y dos de otros municipios de la provincia y el abanico de edades en que se mueven está entre los 20 y los 39 años: «Son personas que por lo general han finalizado su carreras, a los que la llamada de la fe les pilló en su primera juventud y en el principio de la edad adulta».
A nivel nacional, según los datos de la Comisión episcopal del Clero, en este curso 2021-2022 hay 1.028 personas en seminarios mayores, cuando hace cuatro años el número rondaba los 1.200.