Una «ventana de luz» en el fin del cierre perimetral

Leo Cortijo
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El sector confía en generar nuevas contrataciones y en sacar a trabajadores de los ERTE tras el levantamiento de una de las medidas restrictivas que «más daño» les ha hecho, de forma especial a hoteles y alojamientos.

Un grupo de visitantes formaliza su registro de entrada en uno de los hoteles de la ciudad. - Foto: Reyes Martí­nez

La hostelería respira aliviada y mira al futuro más próximo con «optimismo». El anuncio del levantamiento del cierre perimetral en la región y en las comunidades limítrofes tras el final del estado de alarma este fin de semana supone una «ventana de luz» para un sector muy castigado por la pandemia. A los que más sonríe la medida son a los que peor lo han pasado durante estos meses, los hoteles y alojamientos de la provincia, de los que un tercio, directamente, ha permanecido cerrado, mientras que los abiertos han registrado ocupaciones «muy bajas».

Si algo ha dejado claro la pandemia para hoteles, apartamentos turísticos y alojamientos rurales es que no pueden vivir únicamente de los visitantes castellano-manchegos. «La oferta que tiene Cuenca en este sentido es muchísimo mayor que esa demanda», apunta el presidente de la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo, José Manuel Abascal, por lo que la apertura de las fronteras con Madrid y Valencia, fundamentalmente, es «primordial» para el resurgimiento de este tipo de establecimientos. De hecho, se espera que en los próximos días se produzca un aumento en la contratación de trabajadores, además de sacar del ERTE a todos aquellos que han estado en esa situación durante los últimos meses. La mitad de los expedientes de regulación temporal de empleo en Cuenca se circunscriben, por cierto, a la hostelería.

Abascal ve el vaso medio lleno porque entiende que la ocupación va a ser, lógicamente, «superior a la que estamos teniendo ahora los sábados únicamente con personas de la región». El máximo representante de los hosteleros no puede predecir el futuro, pero «todo indica que la gente está deseando salir y viajar, y hasta que todo el mundo esté vacunado y no haya riesgos, lo harán a nivel nacional». En ese sentido, subraya que Cuenca tiene «una gran ventaja» con respecto a otros territorios, al ser una extensión tan grande y tan poco poblada. En este sentido cree que se puede vivir una situación muy parecida a la del verano pasado, y es que a pesar de suprimirse los grandes eventos, el periodo estival supuso una «bombona de oxígeno» para los empresarios del ramo. «Esperamos una buena respuesta porque la gente necesita un cambio en su rutina y en la vida que hemos tenido durante el último año», destaca.

Además del impulso a los hoteles y alojamientos, el levantamiento del cierre perimetral también beneficia, entiende Abascal, a los bares y restaurantes. «Hasta ahora, los conquenses hemos sido los propios clientes, pero nosotros no podemos comer y cenar continuamente fuera de casa», argumenta, «por lo que se necesita la clientela de otros lugares para corresponder a la oferta que tenemos en este sentido». Para que todos estos empresarios puedan funcionar a pleno pulmón y con todos sus trabajadores en plantilla, especialmente aquellos que se ubican en zonas turísticas, la apertura de las fronteras es «muy necesaria», también para que los balances económicos de esos negocios «se vayan nivelando».

Dicho esto, desde la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo confían en que esta apertura de fronteras y levantamiento de restricciones no suponga un repunte de los datos de contagios a final de verano. Además de la «experiencia y aprendizaje» adquiridos durante este año, todo indica que el proceso de vacunación –muy avanzando para el mes de agosto–, así como las medidas de protección individual que habrá que seguir tomando, propiciarán que «las restricciones de cierre fuerte que hemos visto durante estos meses no se repitan», a juicio de Abascal, porque «además se ha comprobado que no han valido para mucho».

«Previsiones son optimistas». Las previsiones que manejan en CEOE-Cepyme Cuenca para el sector hostelero tras el levantamiento del cierre perimetral son «optimistas». El técnico de hostelería de la patronal conquense, Diego López, cree que «nada más que abran Madrid y Valencia, la gente que lleva tanto sin salir lo hará». Un público –madrileño y valenciano– «vital» para dar sentido a la oferta conquense de hoteles, alojamientos, bares y restaurantes. Todo el mundo está «muy agotado» por las circunstancias y por tener una vida «muy pasiva», y por eso los empresarios del sector tienen la «esperanza» de que el verano pueda ser muy parecido al del año pasado.