Fuera de cobertura

latribunadecuenca.es
-

Santa María del Campo Rus y Casas de Haro, las dos localidades de la provincia con peor acceso a Internet, sufren las consecuencias de una mala conexión

Parque de la localidad de Casas de Haro. - Foto: ayto. casas de haro

En una época dominada por las nueva tecnologías, quien más quien menos se conecta diariamente a Internet para mandar un mensaje, solicitar hora en el médico o incluso reservar una mesa en un restaurante. Desde el móvil o desde el ordenador de la vivienda es posible realizar numerosas tareas con darle únicamente a un botón. Eso sí, las tareas son más fáciles y la espera es mucho más rápida si la conexión a la red es de excelente calidad. 
Esta espera, que al resto de los mortales nos parece corta, se hace tediosa, resulta molesta e incluso llegar a dar dolor de cabeza a los habitantes de dos localidades conquenses. Se trata de Casas de Haro y Santa María delCampo Rus, dos poblaciones que aparecen en el ranking de municipios ‘en blanco’ que publicó recientemente una empresa que ofrece servicio de Internet.
 
Santa María del Campo Rus. Los vecinos del municipio tienen que ‘pelearse’ para pillar algo de cobertura, que a veces va y a veces no. El mayor problema lo tienen los establecimientos, que no pueden conectarse a la red para realizar las tareas comunes. Las sucursales bancarias sufren el corte en medio de una transacción financiera, el médico debe de recetar a mano porque la línea también se ha caído y el restaurante más importante de la zona, La Posada Real, tiene problemas con las reservas de los clientes o incluso a la hora de cobrar las facturas.
Carlos Cano, alcalde de la localidad de cerca de 700 habitantes, confirma que los problemas se extienden a la cooperativa de los ajos, a la de los quesos, e incluso a la residencia de ancianos. «Sentimos que estamos abandonados», declara.
El primer edil afirma que se ha puesto en contacto con las administraciones públicas, con la Consejería de Sanidad, «vistos los graves problemas y que un día puede pasar algo gordo», pero espera que finalmente se solventen las carencias. «Mañana vendrá el delegado de la Junta, a ver si encontramos alguna solución», anuncia.
Lo mismo pasa en las entidades bancarias. «A veces no te pueden atender porque el ordenador no se engancha», con el consecuente fastidió para los vecinos santamarieños.
No obstante, Cano se muestra sorprendido de que poblaciones cercanas, caso de Pinarejo o La Alberca de Záncara , tengan una calidad de conexión buena. «No sabemos porque en nuestro caso no es así», indica.
Los problemas tampoco son ajenos para el restaurante del mejor cocinero de paellas del mundo, Julián García, quien también sufre las consecuencias de la desconexión. «No nos llega una cobertura lógica. No podemos conectarnos y cuando  nuestro sistema informático se va, no podemos cobrar con las tarjetas», indica el cocinero, que reconoce que otro de los grandes problemas que atañen al negocio estriba en las reservas. «Los clientes no pueden conectarse a la red wifi, porque si lo hacen se satura y si hacen una reserva a través de un portal, a veces se presentan y ni nos ha llegado».
Dice García que son muchas las personas de diferentes partes del país que llegan atraídos por el premio que consiguió en el último concurso a la mejor paella del mundo en Sueca, pero «seguimos con los mismos problemas». Aún así «tenemos la ilusión de que esto mejore», indica. 
 
Casas de Haro. La localidad del sur de la provincia, de cerca de 900 vecinos, también aparece en la lista de municipios ‘en blanco’. El alcalde, Pedro Jareño, asegura que también se ha puesto en contacto con empresas de telefonía y con las administraciones «y estamos tratando de solucionar el problema». Tampoco comprende porqué los ciudadanos del municipio no pueden conectarse con normalidad «estando en una llanura», y el resto de localidades próximas se conectan.
Jareño afirma que «seguiremos reclamando este servicio hasta que solucionemos el inconveniente. Por nosotros no va a quedar, queremos lo mejor para nuestro pueblo y aunque no sabemos cual es el problema técnico, vamos a contactar con la Diputación y con la Junta de Comunidades para transmitirlo de nuevo», dice, y reitera que aunque Casas de Haro «es un pueblo pequeño, tenemos que hacer lo que sea para que los ciudadanos puedan tener también su derecho a conectarse. No sólo vamos a tener obligaciones». 
Mientras eso sucede, los jóvenes de la localidad tratan de buscar un punto de señal, como aquel que busca un tesoro, en parques, en espacios abiertos, en lugares donde puede haber algo de cobertura, para no formar parte de este apagón tecnológico.