El hermano de su abuelo fue fusilado en la madrugada del 12 de octubre de 1940 acusado de adhesión a la rebelión. Una historia personal que sirvió al artista Antonino Rivas a adentrarse en la realidad de las más de 2.500 fosas comunes que se estima existen en España y desarrollar un proyecto expositivo, que fue el trabajo final de carrera cuando estudió Bellas Artes en Cuenca, y ahora ve la luz por primera vez, y hasta el 24 de noviembre, en el hall del auditorio de Tarancón, sede del Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad. 

«He querido que sea aquí porque a través de la asociación para la recuperación de la memoria histórica, ARMH Cuenca, en una parte de la muestra están escaneados seis ramos ofrendados por familiares de la provincia que no tienen un sitio real donde dejarlo», explicó el propio autor en la inauguración de la exposición Excavando la memoria. Patria. Fosa. Ofrenda. Mapa, junto al concejal de Cultura y Turismo, Raúl Añover. 

Entre los elementos que componen esta iniciativa destaca también la representación de un conejo desollado sobre el que crece hierba, «es el olvido, y también la esperanza de las familias de cerrar su grieta», comentó Rivas, que reivindica la necesidad de «sacar a todas estas víctimas fuera de una vez e intentar incorporarlas a la memoria democrática del país, hay que reescribir esa parte de la historia con aquellos que fueron excluidos».