Se ha procurado hacer «un ejercicio de responsabilidad en situaciones enormemente sensibles», fue la respuesta esta mañana de la vicepresidente tercera del Gobierno central y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, a preguntas de los periodistas, sobre  la última aprobación de un trasvase del Tajo al Segura, de 27 hectómetros cúbicos, a los que se añaden 6 hectómetros: tres para las Tablas de Daimiel y otros tres para abastecimiento humano de once pueblos de Castilla-La Mancha. Aseguró que hay que atender el abastecimiento humano a municipios del Alto Tajo y también hacer frente a la «necesidad acuciante» de las Tablas, que en la actualidad solamente tienen 200 hectáreas inundadas de las 1.750 que son susceptibles de ser encharcadas.  Confirmó además  que el martes 3 de mayo se presentará el borrador del Plan Hidrológico del Tajo, que incluye el aumento de los caudales ecológicos del río, en el Consejo del Agua.

Page agradece el cambio. Ribera hizo estas declaraciones en Guadalajara, la provincia de la que sale el Tajo-Segura. Participó en la inauguración de un foro sobre despoblación en Molina de Aragón, que luego clausuró el presidente de la Junta. En su intervención, Emiliano García-Page, le agradeció el giro que ha dado el Gobierno de España en política de agua: «Valoro muchísimo que la vicepresidenta, el Consejo del Agua y el Consejo de Ministros en su conjunto, termine aprobando un cambio, que no es el cambio que quiere Page, que nadie se engañe, pero es un cambio desconocido en los últimos 40 años en el trasvase».
Apostilló que cuando hay desaladoras sin terminar o que no rinden al 100 por cien, habría que pedir que «como mínimo no se haga demagogia barata». Añade que desde que se abrió el trasvase se ha mandado agua del Tajo al Segura  para llenar hasta 23 veces el Mar Menor.