Contar con un aula que a diario irradia alegría y cariño en un centro educativo de ESO (Educación Secundaria Obligatoria) es un auténtico tesoro que en la provincia de Cuenca existe en Tarancón, desde septiembre de 2020, y desde este curso escolar también en Iniesta; pues tienen un aula de Transición a la Vida Adulta (TVA).
En el caso de la ciudad taranconera, la necesidad de crear un segundo instituto que diera respuesta al aumento de alumnado de ESO y Bachillerato en la zona estuvo ligada desde el principio a dar respuesta a la lucha que durante años han mantenido, principalmente desde asociaciones de familiares con discapacidad intelectual y trastornos del desarrollo, como Afamit, que demandaban un recurso público donde sus hijos pudieran prolongar su vida educativa una vez que tenían que salir del colegio, de aulas de educación especial como las del Gloria Fuertes de Tarancón.
Ante esta realidad, el nuevo IESO Luisa Sigea taranconero abrió, en el curso 2020-2021, y lo hizo desde el inicio con un aula TVA, que está dirigida a alumnos de 16 a 21 años con discapacidad intelectual o cualquier otra que pueda adecuarse a la misma. «Para nosotros fue un total descubrimiento, el mayor trabajo en la puesta en marcha del instituto fue para este espacio de educación especial, que se ha convertido sin duda en la joya del centro educativo, en el buque insignia del instituto», confirma Ricardo López, director del IESO Luisa Sigea.
Sin todas sus plazas cubiertas, ahora tiene siete alumnos (ha llegado a tener como mucho nueve), gracias a este aula la integración para los estudiantes de este instituto es «plena y real, comparten actividades extracurriculares, entre otras, y realmente la recompensa que aportan a todos es infinita».
Una auténtica dosis de ilusión que, una vez pasado el blindaje ligado al inicio de la pandemia, contagia también a todo el profesorado de ESO, en formación continua en materia de discapacidad. «Desde el año pasado se creó un grupo de trabajo con profesores del aula de educación especial como ponentes, para ampliar nuestra formación en torno al mundo de la discapacidad», cuentan desde este instituto, al que pronto se añadirán los pictogramas que han estado elaborando los propios estudiantes de Transición a la Vida Adulta, artífices también de buena parte de la decoración del centro educativo, así como de las casetas del último concurso de guía de lectura del Luisa Sigea.
Este aula tan necesaria y especial, donde se trabaja con personas con capacidades diferentes, celebra hoy (a las 11 horas) una jornada de puertas abiertas dentro de la programación de la XVII Semana de las Personas con Discapacidad Intelectual o Trastornos del Desarrollo de Tarancón. A la par que su existencia es una demanda que el Gobierno regional ha cubierto en la comarca, sigue siendo todo un reto darla a conocer, incluso a familias que podrían beneficiarse que residen en la propia localidad taranconera.
El desarrollo de hábitos básicos para la vida diaria es el objetivo clave del programa formativo del aula de Transición a la Vida Adulta básica, que funciona de manera paralela a la de capacitación, dirigida a este alumnado con discapacidad que sí puede desarrollar alguna unidad de competencia del Catálogo Nacional de Calificación Profesionales para facilitarle su inserción en el mundo laboral. Y en el caso de Tarancón se ha optado por las artes gráficas, dada la industria que existe de este sector en el municipio.
«La inserción laboral sería lo ideal, que pudieran adquirir esos conocimientos y después desarrollarlos en una empresa, pero aún queda mucho por recorrer en este ámbito con respecto a la discapacidad», reivindica Ricardo López, junto al resto de profesores de este aula TVA, que son un auxiliar técnico educativo, dos maestras de pedagogía terapéutica, la profesora de artes gráficas y la orientadora del centro. Desde este recurso reciben, y aportan, las claves que rigen la vida adulta, con habilidades sociales que permiten vivir de un modo inclusivo.