Testigos del antiguo fondo de los mares

V.M.
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El miembro del CSIC Juan Carlos Gutiérrez-Marco ofreció una charla sobre 'Fósiles del Paleozoico marino de Castilla-La Mancha' dentro del ciclo divulgativo organizado por el MUPA

Juan Carlos Gutiérrez-Marco, junto al fósil de un trilobite localizado en el Parque Nacional de Cabañeros. - Foto: J.C.G.

El programa ConCienciAcción, promovido por el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha como una iniciativa de divulgación de la cultura científica entre los ciudadanos, contó el jueves con la participación de Juan Carlos Gutiérrez-Marco, miembro titular del CSIC, concretamente pertenece al Instituto de Geociencias de Madrid, que analizó los fósiles del Paleozoico marino de Castilla-La Mancha.

La primera premisa que debemos tener en cuenta es que el actual territorio regional formaba parte de las plataformas marinas de alta altitud que rodeaban el desaparecido continente de Gondwana, desaparecido hace 300 millones de años, donde se inscriben importantes yacimientos localizados sobre todo en Guadalajara, Ciudad Real y  Toledo, «aunque en Cuenca contamos también con multitud de fósiles marinos del Mesozoico, sobre todo Jurásico y Cretácico, aunque del Paleozoico tenemos ejemplos, a modo de pequeñas ventanas, en la zona de Talayuelas y Cañete, de 430 millones de años».

El científico gallego apuntaba  a La Tribuna que «aunque los grupos que más interés paleontológico suscitan son los grandes vertebrados, dinosaurios y demás, los fósiles de invertebrados marinos suelen ser en este aspecto los parientes pobres de la paleontología, ya que su gran abundancia les resta importancia entre el público en general, no en vano es posible que cualquier persona que salga de paseo por el campo en las provincias de Castilla-La Mancha tropiece con algún fósil de este tipo, sobre todo de la Era Mesozoica y Paleozoica, entre 500 y 76 millones de años hay multitud de yacimientos en esta región».

En ese sentido, precisó que «no es porque el relieve actual estuviese cubierto por las aguas, sino que al ser fondo marino y emerger a consecuencia de choques de placas continentales, Eurasia y Gondwana, lo que dio origen a cadenas montañosas de una fisonomía aparecida al actual Himalaya, pero que a lo largo de millones de años se erosionó hasta formar la meseta actual, esa raíz de la cadena montañosa es lo que aflora en nuestro relieve actual y expuso los antiguos sedimentos marinos».

«Los reyes de los mares paleozoicos -continúa- eran sin duda los trilobites, que comienzan en el Cámbrico, hace 500 millones de años, y se extinguen en el Pérmico, se llaman así porque son artrópodos, como los cangrejos actuales, pero con un cuerpo articulado dividido en tres partes y esa articulación les permitía enrollarse en bola».

El paleontólogo aludía también a los braquiópodos, «invertebrados que también se dan en la actualidad, lo que pasa es que en el Paleozoico eran los más abundantes junto a los trilobites en todos los mares y tenían una morfología distinta, más alargada, en la actualidad puede decirse que es fauna residual».

Finalmente, Gutiérrez-Marco desvela que estos fósiles no tienen tanto riesgo de desaparición como los yacimientos de vertebrados o plantas fósiles, ya que los sedimentos marinos están por todas partes. «De todos modos algunos fósiles son  excepcionales por su naturaleza y esos lugares deben ser preservados, por ejemplo algunos de Cabañeros o más recientemente los fósiles publicados por el Geoparque Molina Alto Tajo, donde hay puntos concretos que ya se encuentran protegidos por vallas por su interés excepcional, como ocurre en Checa, donde puede verse la evolución a lo largo de 10 millones de años a través de miles de fósiles».