¡Hay helado!

R.L.C.
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El artista Didac Checa convierte el recuerdo de la infancia de toda una generación en un icono más a la hora de crear la identidad corporativa de un municipio con 100 años de historia como ciudad.

Obra titulada ‘¡Los últimos ya!’ realizada por el artista taranconero Didac Checa en mayo de 2021 con motivo de la muestra conmemorativa del centenario de la declaración de Tarancón como ciudad. - Foto: DIDAC CHECA

Era verano y desde el comedor se oía a la hora de la siesta el sonido de la bocina y se escuchaba decir ¡Hay helado, a ver quién quiere otro polo, los últimos ya!. Era Berto, Alberto Navarro Fernández, que con su carro -primero manual con dos ruedas llevado a modo de carretilla, luego ya adherida una bici y después una moto- recorría las calles de Tarancón casa a casa, las fiestas de los barrios o los distintos eventos de los festejos en honor a la patrona, para vender helados, en invierno chucherías en la puerta de los colegios, pipas y borrachos.  

En torno al oficio de heladero, artesanal y a domicilio, prácticamente desde niño hasta su jubilación en 1999 (salvo los ocho años que trabajó en Barcelona de albañil), existe toda una serie de recuerdos de la infancia de toda una generación, que el artista taranconero Didac Checa quiso poner en primer plano con motivo del primer centenario de la declaración de su municipio como ciudad. Cuando el Ayuntamiento le propuso realizar un cuadro para la exposición Artistas taranconeros: Reflejo de una ciudad por esta efeméride lo tuvo claro. «Dibujé a Berto porque para mí es un icono de Tarancón, de mi infancia, estudié su vida a partir del personaje que se había hecho de él en las visitas teatralizadas Noches al Perol, con la ayuda de Jesús P. del Saz, me puse en contacto con su familia y quise plasmar esos recuerdos de niño que parecen de ayer», comenta Didac Checa, que ha vivido un último año realmente especial en su trayectoria como artista como autor del logotipo del citado centenario, y de toda la nueva identidad corporativa que se está renovando paulatinamente por parte del Consistorio.

«Cuando Didac Checa me escribió que para él era un honor representar a mi padre fue muy emotivo, una sorpresa, todo un homenaje, y el cuadro está, claro, en el salón de casa», cuenta María José Navarro, hija de Berto, que agradece el gesto hacia un hombre que empezó a buscarse la vida vendiendo helados y barquillos a una edad muy temprana en tiempos de posguerra, y con su amabilidad supo ganarse el cariño de niños y mayores. Es uno de los personajes, uno de los tesoros más anónimos, y a la vez más populares, del patrimonio humano de Tarancón, que con motivo de su centenario, y de la mano de Checa, se han puesto en valor. 

fotografía de los años 80-90 del siglo pasado que pertenece al álbum familiar de Alberto Navarro Fernández (1939-2018), protagonista del cuadro. fotografía de los años 80-90 del siglo pasado que pertenece al álbum familiar de Alberto Navarro Fernández (1939-2018), protagonista del cuadro. - Foto: ÁLBUM FAMILIAR 'BERTO'Y en la recta final de esta celebración, la Concejalía de Cultura de la ciudad taranconera ha abierto el plazo para que los vecinos compartan fotografías antiguas, y nuevas, significativas, icónicas de los últimos cien años, para crear La Casa del Recuerdo.  

Una última actividad para una conmemoración que ha tenido como imagen el logotipo realizado por Didac Checa, con el Arco de la Malena como emblema de la localidad. El talento de este artista ha estado detrás de las lonas en los principales edificios públicos, las banderas en las calles y del montón de actos que se han celebrado en el marco de este centenario. 

Sus ilustraciones están en el folleto El camino de villa a ciudad que se creó para la ocasión o en los nuevos mapas turísticos, con los principales monumentos dibujados a lápiz en 3D. «Mi empresa al fin y al cabo no engloba el arte o el diseño gráfico solamente, sino que es la mezcla de los dos, y claro no es lo mismo hacer la identidad corporativa para una empresa de Bilbao o un cuadro para Francia que para tu pueblo», apunta Checa, autor también de toda la actualización de la imagen de su pueblo, desde el sky line que aparece en el autobús urbano, o los diseños exclusivos de las distintas paradas, hasta de los logotipos que se están renovando de los diferentes servicios públicos. «Uno de los últimos que he modernizado ha sido el de la Biblioteca Municipal Luis Rius, también he hecho el de Casa Parada, el auditorio y pronto saldrá el del mercado», dice el artista, que estudió para aparejador pero lleva diez años dedicado al arte; desde el año 2017 con estudio creativo a pie de calle, La Artnicería. 

«Cada vez se valora más la imagen corporativa y también cada vez se opta por un arte más personalizado a la hora de decorar, por ejemplo ahora están funcionando muy bien los micro retratos, en los que represento momentos, situaciones, que evocan un recuerdo sin necesidad de plasmarlo», comenta a la par que ultima uno de sus últimos proyectos. Su neocostumbrismo es inconfundible, desde el Hotel Ansares se puede hacer toda una ruta turística por Tarancón y por el propio establecimiento hotelero a través de sus cuadros, pero cada vez más lo es también su capacidad de sintetizar en una imagen la esencia de una empresa, de una institución, de un acontecimiento... Así ha quedado claro en su aportación al centenario de Tarancón, a partir de un logotipo con el Arco de la Malena, de un cuadro con Berto como protagonista, que han removido, remueven y removerán a lo largo de la historia recuerdos, algo impagable que logra el arte y los artistas.