El presidente de Castilla-La Mancha no ve buena idea la posibilidad de una gran coalición entre PPy PSOE. Aunque sabe que «es una solución muy querida mediáticamente», avisa de que «no conduce a nada». No pudo ser más claro esta tarde en la inauguración del Posgrado en Liderazgo y Management Político del Centro de Estudios Superiores 'Cardenal Cisneros', donde debatió con un político en activo del PP, el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y el antiguo líder de Ciudadanos, Albert Rivera. 

«Soy contrario a la gran coalición PP-PSOE», insistió, «el día que la haya, lo van a pagar el PP y el PSOE». Por eso Page cree que otros partidos lo piden. ¿Ypor qué lo pagarían y de qué manera? El presidente de Castilla-La Mancha avisa de que «siempre hay una mitad en contra del Gobierno», así que si PPy PSOE van juntos, van a provocar que «otro 50% de la población española busque otras alternativas políticas». Apunta que «en Europa es una excepción absoluta», aunque aclaró que sí está a favor de pactos de Estado entre los dos grandes partidos.

En Castilla-La Mancha Page tuvo una coalición de gobierno con Podemos en la anterior legislatura. Albert Rivera lo sacó a colación: «Seguro no te fue fácil la decisión, te costaría tus momentos tomarla». Pero le reconoció al presidente de la Junta que es un síntoma de «inteligencia y pragmatismo político», porque también ha llegado a acuerdos con Ciudadanos para algunas de las ciudades más grandes de la región. 

Eso motivó que Page hiciera una confesión sobre su gobierno de coalición con la formación morada. «Yo no quise estar con Podemos en el gobierno», explicó, «no tuve más remedio que meterlos en mi gobierno, pero les dije desde el primer momento que lo hacía con intención de echarlos». Es decir, que les soltó eso de «yo me quiero comer tu voto». 

El presidente de la Junta cree que «lo que cotiza hoy es hablar claro a la gente». Ypor hablar claro, apuntó que «cuando alguien se asusta con el nombre de estado federal, que no se engañe, que es lo que tenemos». Ysiguió con la monarquía, pues matiza que «tiene un metabolismo republicano», pues hay un rey «que no manda nada», de modo que el presidente del Gobierno «tiene mucho más poder que muchos presidentes de repúblicas en el mundo entero».