Cuenca, foco importante en el primer Barroco

V.M.
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El doctor en Historia del Arte José Luis García Martínez subrayó que las características de esa corriente son similares a lo imperante en la Corte de Madrid durante la primera mitad del XVII

El conquense José Luis García Martínez, doctor en Historia del Arte. - Foto: J.L.G.

El doctor en Historia del Arte José Luis García Martínez (Cuenca, 1977) intervino ayer en el ciclo de charlas promovida por la Real Academia Conquense de las Artes y las Letras (Racal) con una conferencia titulada El primer Barroco en Cuenca, que pronunció en la sede de la corporación académica. 

Aunque la mayor parte de las guías turísticas sobre la capital conquense suelen centrarse en el período de la Baja Edad Media y el Renacimiento, existen una importante número de manifestaciones barrocas que le otorgan un gran peso en el conjunto arquitectónico de la ciudad, , tanto religioso como civil en el siglo XVII.

García Martínez, primer premio de Investigación de Humanidades Juan Giménez de Aguilar, aseguraba a este diario que es el período con mayor número de edificios de gran valor histórico-artístico que atesora la ciudad y cita a modo de ejemplo una gran cantidad de ellos de la capital y su provincia, por ejemplo el Convento de las Carmelitas Descalzas de Cuenca, el Convento de las Carmelitas en San Clemente, la iglesia parroquial de Motilla del Palancar o el Convento Dominico de Huete. 

Preguntado por ejemplos especialmente representativas de esta corriente, el ponente citó la Capilla del Sagrario de la Catedral de Cuenca, la sede de la Fundación Antonio Pérez, ubicada en las salas, entreplantas y sótanos del antiguo Convento de las Carmelitas y la iglesia de  Santo Domingo de Huete.

«Además, buena parte del trazado urbano que rodea al Convento de las Carmelitas se realiza en ese período histórico, así como las escalinatas y la pequeña plaza próxima e incluso algunas calles que se reconducen hacia la fachada de alguna iglesia, aunque es cierto que la impronta de las calles de la ciudad corresponde más a la etapa medieval», precisaba.

En cuanto a artistas especialmente relevantes de ese primer Barroco, destaca el trabajo de Fray Alberto de la Madre de Dios (1575-1635), responsable de obras tan importantes como las ya citadas Capilla del Sagrario o la iglesia de  Motilla del Palancar, Francisco de Mora, que aunque es renacentista anticipó las corrientes barrocas imperantes en esos inicios del XVII, (a él se debe la iglesia del Monasterio de Uclés y la fachada del Hospital de Santiago de Cuenca) o Francisco del Campo. 

Introducción. El también jefe del Área de Archivo del Ministerio de Hacienda y Función Pública y antiguo  técnico de archivos en el Archivo Histórico Provincial de Cuenca, considera que «ese primer Barroco conquense es el imperante en la misma Corte de Madrid y de características muy similares a  lo que se ejecutaba allí, sobre todo en la arquitectura de la primera mitad del siglo XVII».

«En ese momento -continúa- el Obispado de Cuenca tiene bastante peso dentro y se dispone de recursos para afrontar la construcción de edificios de envergadura en una ciudad que a finales del siglo XVI contaba con alrededor de 15.000 habitantes, por lo que podemos hablar de  un foco arquitectónico importante dentro del contexto de Castilla,  aunque la escultura y la pintura tiene menos peso, pese a contar con aristas como el gran pintor Cristóbal García Salmerón (1603-1666), autor del retablo de San Juan Bautista de la Catedral».

Finalmente, José Luis García apuntaba la conveniencia de realizar trazados o itinerarios urbanos que profundicen en esa Cuenca barroca para que pueda ser más conocida por los ciudadanos y por todos aquellos turistas que la visitan, una ruta que partiría desde la Fundación Antonio Pérez y bajaría hacia la Catedral (Capillas del Sagrario y de los Covarrubias), las iglesias de José Martín de Aldehuela, el Oratorio de San Felipe Neri, también encargado al arquitecto turolense o la iglesia de la Virgen de la Luz.