Cerca de 28.000 conquenses padecen algún tipo de diabetes

Manu Reina
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El diez por ciento de los pacientes de esta enfermedad necesitan insulina porque sus cuerpos no la producen y el resto la requieren a consecuencia de un rechazo de la que ellos mismos generan

Cerca de 28.000 conquenses padecen algún tipo de diabetes - Foto: Reyes Martínez

Cerca de 28.000 conquenses padecen hoy diabetes. El 10 por ciento del total son de tipo uno y el resto, que son la mayoría, son de tipo dos. La diferencia principal entre uno y otro grupo es que en los primeros pacientes sus organismos no producen insulina y en los segundos sus cuerpos generan la hormona pero sus organismos no la aceptan. Esa es la radiografía actual de la provincia, tal y como constataron los facultativos del Colegio de Médicos de Cuenca durante la celebración de la efeméride de esta enfermedad crónica que radica en los problemas que tienen ciertos organismos para producir o procesar la insulina.

El presidente del Colegio de Médicos de Cuenca, Carlos Molina, estuvo acompañado por la jefa de Endocrinología de Hospital Virgen de la Luz, Dulce Calderón; por el jefe del Servicio de Endocronología de Pediátrica del Hospital Virgen de la Luz, Juan Manuel Rius; y el secretario del Colegio de Médicos de Cuenca, Abel Cuéllar. Los cuatro facultativos comparecieron en rueda de prensa para reivindicar la importancia de la educación y de ahí que la Federación Internacional de Diabéticos denominara la campaña de este año con el lema Educar para proteger el futuro.

La doctora Dulce Calderón explicó que «muchas veces no nos queda muy claro que la educación es fundamental en el tratamiento en la diabetes» y aseguró que con la educación sobre esta enfermedad los propios pacientes pueden tener una mejor calidad de vida hasta tal punto de que más del 50 por ciento de las diabetes de tipo dos «podrían prevenirse con una buena educación». Además, la jefa de Endocrinología de Hospital Virgen de la Luz recalcó que «la educación ha pasado de ser una necesidad a una urgencia» y destacó que no basta sólo con informar al paciente, sino que también es fundamental «acompañarle en su día a día e intentar que éstos adapten la diabetes a su vida y no su vida a la diabetes». Es por ello que Calderón reivindicó la necesidad de crear «el perfil de práctica avanzada en diabetes porque son las enfermeras quienes se encargan fundamentalmente de los pacientes diabéticos». 

Juan Manuel Rius compartió las palabras de su compañera y describió los beneficios que concede la tecnología para las personas que sufren esta enfermedad crónica. Además explicó que los pacientes de tipo uno tienen que tener una educación «aún mayor» porque son mayoritariamente jóvenes, «y tienen que convivir con ello durante toda la vida». Mientras que de tipo dos son frecuentemente población más mayor que «puede llevar una vida normal si tiene una buena alimentación y no lleva una vida sedentaria». Rius recordó que los síntomas que puede padecer una persona con diabetes es «orinar mucho, beber mucho y comer mucho, que se traduce además, pese a ello, en una pérdida de peso». Cualquier persona que tenga estos síntomas «tiene que ir al médico para hacerse unos análisis», sentencia.

Por último, el presidente del Colegio de Médicos de Cuenca respaldó las palabras de Rius y Calderón y subrayó una vez más la importancia de «un diagnóstico precoz» para así tratar cuanto antes la enfermedad en una persona. Molina, que recordó que la Organización Mundial de la Salud cita la diabetes entre las diez primeras causas de muerte en el mundo, destacó que la educación es «primordial» para que los pacientes puedan llevar una vida lo más normal posible. Este problema de salud ataca la circulación, el sistema nervios, cerebro o el corazón, entre muchas otros órganos y tejidos. Por último, el presidente avisó que si alguna vez un paciente diabético se encuentra tirado en la calle y ven que tiene la chapita, «nunca le den insulina, sino azúcar». 

Sin asociación. La Asociación de Diabéticos de Cuenca paralizó su funcionamiento hace dos años y es algo que lamentaron ayer los facultativos que comparecieron en la rueda de prensa por el Día Internacional de la Diabetes (14 de noviembre). Desde el Colegio de Médicos de Cuenca confían en que se retome la actividad cuanto antes porque juegan un papel fundamental «para seguir educando». Con motivo de esta efeméride, la Torre de Mangana lució ayer de color azul, tal y como le colegio de médicos solicitó al Ayuntamiento.