«Ha habido poca información y ningún consenso al respecto, y prueba de ello es que hay vecinos preocupados porque sus vehículos no cumplen, pero no saben que siendo residentes no están afectados». En estos términos se expresa en declaraciones a La Tribuna el presidente de la asociación de vecinos del centro, Víctor Castillejo, cuando se le pregunta por la implantación de la zona de bajas emisiones (ZBE). Una implantación que es «obligada» y que desde el Ayuntamiento entienden como una «imposición» en lugar de una «oportunidad» para mejorar el entorno «asociándolo a proyectos como el nuevo POM o el aprovechamiento de los fondos Edusi».

Desde el colectivo vecinal no obvian que los «máximos consumidores» de la zona centro son los propios residentes, y que en este sentido la existencia de la ZBE no solo no alteraría sus hábitos, sino que si cabe «implicaría un mayor consumo en el centro». Ahora bien, con independencia de la implantación de esta almendra central restringida a ciertos vehículos, los vecinos no esconden su «deseo» de que aumenten y mejoren los espacios para el peatón. De esta forma, el «único pero» en relación a la peatonalización de Carretería es que «no haya ido acompañada de medidas que mejoren su aspecto», como el cuidado de los edificios, el tránsito de autobuses, la aplicación de las ordenanzas o la urbanización de la calle. «El hecho de peatonalizar ha mejorado el barrio, aunque se deberían haber cuidado esos aspectos», remata Castillejo.

El edificio del mercado. En relación al otro asunto central –nunca mejor dicho– que repercute en esta zona de la ciudad, el nuevo proyecto del mercado, desde la asociación de vecinos imploran que esta nueva infraestructura no sea «muy pretenciosa» y que «se limite a acoger exclusivamente establecimientos ligados a la venta de productos gastronómicos, a ser posible de origen local». Los residentes del distrito central de Cuenca esperan que el edificio tenga la «suficiente calidad» para desarrollar su función y sirva de «atractivo turístico».