Numerosas familias están sufriendo en las últimas semanas las consecuencias del coronavirus en Tarancón, donde se registran más de 200 casos activos del 4 al 17 de enero, que son los datos más recientes que facilita el Servicio Público de Castilla-La Mancha en el caso de los municipios de más de quinientos habitantes.
El devenir de los vecinos está marcado por las restricciones a la movilidad decretadas por el Gobierno regional desde el pasado miércoles, para al menos diez días, en el denominado nivel tres reforzado, ya que Tarancón ya había entrado en el nivel tres una semana antes. Al igual que en el resto de pueblos de Castilla-La Mancha, al cierre perimetral del municipio hay que añadir el toque de queda desde las diez de la noche a las siete. «A mí me parece fenomenal, y si lo adelantan mucho mejor, porque sino estoy no hay quien lo frene», señala un padre en la puerta de uno de los centros educativos, que tras Filomena pudieron arrancar el día 18. «Pues yo no entiendo nada, tanto cerrar todo y luego las reuniones familiares no pueden ser de más de seis, pero eso quién lo controla, está claro que nadie», comenta otro.
Las opiniones son dispares, mientras algunos han optado por el autoconfinamiento, otros pasan el día pegados al teléfono por tener un familiar hospitalizado, lloran la muerte del que no ha podido vencer el virus, están pasando la enfermedad en casa o la cuarentena, por haber sido contacto de un positivo, hay que vive indignado por tanta restricción. Los comercios sí están abiertos, la prohibición es para los superiores de 300 metros, pero desde la delegación en Tarancón de la Confederación de Empresarios (CEOE-Cepyme), su secretario general, Javier García, afirma que «están afectados, con las restricciones de movilidad reciben menos visitas y la situación sanitaria está llevando a muchas personas a quedarse en casa y reducir sus compras».
La hostelería es el sector más castigado, «a veces injustamente porque consideramos que lejos de expandir el virus ayuda a controlarlo porque limita las reuniones sociales y los contagios, ahora es vital que cuenten con ayudas», exponen desde CEOE-Cepyme Tarancón. Bares, restaurantes y cafeterías cerrados por decreto, pero muchos demostrando su «capacidad de adaptación y supervivencia» reinventándose con el reparto a domicilio o la recogida en el propio establecimiento, elogian desde el colectivo de empresarios. Esta situación se traduce en familias que siguen asumiendo gastos pero sin ingresos por ahora, o mucho más pequeños. Unas circunstancias nada fáciles que ya han llevado a algún empresario a cerrar, pero también a alguno a abrir, como es el caso de una nueva papelería.
Y junto a los daños económicos, esta crisis sanitaria está provocando un auténtico frenazo a la vida social, que aunque se entiende que «para salvar vidas, es lo esencial, no hay más», sentencia un abuelo de más de setenta años, «el día a día está empezando a hacerse muy cuesta arriba, sin ver a nietos y demás familiares, sin poder hacer prácticamente nada, y más con este temporal», dice otro.
Y es que cuando tras muchos meses por fin se habían abierto los parques en horario diurno, llegó la nevada y los fuertes vientos del viernes y aún permanecen cerrados. Las academias y autoescuelas siguen funcionando con un aforo del 50 por ciento, los hoteles a la mitad de su capacidad, las iglesias, con un 40, pero están cerrados los gimnasios, los casinos, el centro de mayores, los centros de día, en la residencia no se admiten visitas y están suspendidas las actividades deportivas, salvo las de ámbito federativo, las culturales o de ocio, y en los eventos sociales, tipo bautizos o velatorios, no pueden ser más seis. Si el tiempo no lo impide, sí que se podrá ir al mercadillo los jueves y domingos y hacer deporte al aire libre, e incluso ir a la piscina, si es por prescipción médica.
con esperanza. «Si 2020 fue difícil, 2021 va a ser posiblemente más difícil, la única forma es no perder la ilusión, y después la unión, vendrán muchas cosas buenas en el futuro y no podemos perdérnoslo nadie», afirmaba el alcalde, José Manuel López Carrizo, la semana pasada en una entrevista en la televisión regional. En este sentido, aplaudía las medidas decretadas por la Junta e instaba a los vecinos a apostar por una actitud de solidaridad y optimismo.
«Fuimos de los primeros y en cuanto se pueda abriremos»
El concejal de Cultura del Ayuntamiento, Raúl Añover, reivindica que «la cultura es segura, se está demostrando que no se están produciendo contagios en este ámbito». Tarancón fue uno de los primeros municipios de la región que optó por abrir el auditorio y programar actividades, por ejemplo dos musicales en Navidad, cuando las medidas sanitarias lo permitieron. «Nos volcamos para garantizar las medidas de protección y en cuanto se pueda volveremos a abrir, seguimos dentro de la Red de Teatros de Castilla-La Mancha», apunta Añover.
El primer pueblo de la provincia en casos de Covid es Tarancón
Tarancón empezó diciembre con 10 casos (primera semana), luego pasó a cuatro (segunda semana) y después empezó el ascenso sucesivo hasta convertirse en el primer pueblo de la provincia en casos de Covid, con casi 140 positivos.
LOS TRES PRIMEROS Tarancón registra 139 casos en la semana epidemiológica del 11 al 17 de enero, lo que supone 910,22 casos por cada 100.000 habitantes. En segundo lugar está San Clemente, con 96 casos, y en tercero Horcajo de Santiago, con 58 positivos.
POR SEMANAS Antes de empezar laNavidad no había prácticamente casos en Tarancón, pero la cifra ha ido creciendo en 14 (del 20 al 27 de diciembre), 22 (del 28 de diciembre al 3 de enero), 73 (del 4 al 10 de enero) y 139 (del 11 al 17 de enero), por lo que la incidencia acumulada en los últimos catorce días es de 212 casos atendiendo a los últimos datos que facilita Sanidad en Castilla-La Mancha cada viernes.