Vox implosiona y «purga» al «80%» de la cúpula del partido

Leo Cortijo
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Un nutrido grupo de cargos electos y orgánicos del partido denuncia que el nombramiento del actual comité provincial ha sido «una jugada trilera y totalmente fraudulenta» y recoge firmas para mostrar su «rechazo».

Imagen de archivo de parte de la anterior cúpula de Vox, con Leticia Ibáñez, Marisol Sánchez-Grande y Esther de la Cruz. - Foto: Vox

Las aguas bajan muy revueltas en el seno de Vox. «Quieren aparentar normalidad, pero en realidad no tienen a nadie». Este es el punto de partida de la conversación con una serie de cargos orgánicos y electos de la formación en Cuenca. Hasta ahora, parte fundamental de la cúpula en la provincia. El «descontento» entre cargos como Guillermo Martínez, concejal en Motilla del Palancar; Esther de la Cruz y Leticia Ibáñez, exsecretaria y exvocal de la junta saliente; José Luis Pérez Plaza, coordinador del partido judicial de San Clemente; o Cristian Hortelano, responsable de Vox Jóvenes, es más que evidente. Y éstos son solo la punta del iceberg, según denuncian, pues la «purga» del recién nombrado comité provincial salpica al «80 por ciento de la gente operativa», o lo que es lo mismo, en torno a una veintena de personas, entre coordinadores de zona, ediles y miembros de la gestora anterior.

Eso, añaden, por no hablar de afiliados de base a los que tampoco les han gustado las maneras de maniobrar de la actual cúpula voxista. En declaraciones a La Tribuna, advierten que no tienen «nada en contra» del actual presidente provincial, Mariano Latorre. Ahora bien, sí denuncian las formas en las que se ha producido su nombramiento y el de su comité ejecutivo, lo que califican de «jugada trilera y totalmente fraudulenta a espaldas de todos». Una «maniobra», apostillan, «para quitarse de en medio a todo el mundo, colocarse y elegir a sus candidatos». 

Estos altos cargos de Vox en Cuenca creen que «se tira a la basura el duro trabajo» de los últimos cuatro años, donde «ha habido mucha implicación de base a cambio de nada», por lo que la sensación que les queda es que han sido «utilizados». Recalcan que su intención no es la de «posicionarse» de cara a las urnas, sino la de lograr el «gran objetivo» por el que llevan luchando «tanto tiempo» y que es obtener representación en las instituciones.

Tras la designación de la nueva cúpula, creen que «a la gente que representa a toda la provincia se les está excluyendo», pues en ese comité «solo está representado» el partido judicial de Tarancón y no el de San Clemente ni tampoco el de Motilla. Por eso entienden que «han descapitalizado y descabezado» gran parte del territorio provincial y la capital, pues aquí «también han prescindido de la gente que trabajaba». Por eso, afirman que la nueva dirección se equivoca al pensar que «desde un sector de Tarancón van a manejar toda la provincia», y que así «no se conseguirán buenos resultados», pues además «echan a perder» el trabajo de campo que ya se había realizado, con casi 80 candidaturas «muy avanzadas».

«Oscurantismo». Opinan que el proceso que ha terminado con Latorre como máximo responsable en Cuenca ha estado marcado por el «oscurantismo». Hace casi un año, empezaron a detectar «cosas extrañas» en reuniones, actos y eventos de la formación. Un difícil camino en el que a algunos de ellos «nos han hecho la vida imposible». Una modificación en los estatutos de Vox obligó a convertir la gestora en comité ejecutivo provincial y desde entonces siempre sobrevoló la figura de Latorre, aunque a la mayoría del grupo no les encajaba el perfil. El clima se fue tensando y la gota que colmó el vaso fue el evento que Vox realizó en Madrid en octubre, VIVA22. Allí, sin que la cúpula «supiera todavía nada de forma oficial», a Latorre ya se le trataba como presidente provincial desde las altas esferas del partido. El golpe final se produjo hace escasas semanas, cuando se enteraron «por la prensa» de su designación.

Atan cabos, aunque lo veían venir desde hace tiempo… y entonces se explican que la dimisión del anterior presidente provincial, David Borja, formaba parte de la «jugada». No en vano, éste ha pasado a ocupar la vicepresidencia del comité actual. Eso generó «mucho malestar»; de hecho, fue el detonante para hacer dimitir y abandonar el partido a la entonces vicepresidenta, Marisol Sánchez-Grande, tal y como ya avanzó este diario en su momento. Tras el movimiento de Borja, denuncian que «nadie nos dijo nada, ni para bien ni para mal, ni si iban a contar con nosotros en el nuevo comité». 

Es más, cuestionan que desde la coordinadora territorial, que depende directamente del comité ejecutivo nacional, se les dijera que estuvieran «tranquilos». Creen que «los que han maquinado esto» aprovecharon la salida de Ortega Smith como secretario general de Vox para dar «el golpe de mano» aprovechando las circunstancias, y para que así los recién nombrados en la Secretaría se encontraran el nombramiento de Latorre como algo ya prácticamente hecho ante lo que no podían volverse atrás.

Recogida de firmas. A tal punto ha llegado el entuerto que desde este grupo de cargos, afiliados y simpatizantes han iniciado una recogida de firmas para mostrar su «total rechazo» al modo en el que se ha nombrado al nuevo comité provincial. Según explican a La Tribuna, en apenas unos días ya han recogido más de 350 rúbricas. Como encabezamiento de las mismas, se denuncia que la elección de Latorre obedece al «interés personal de un grupo familiar de Tarancón» y que estos nombramientos «deberían ser consensuados, sin premiar a los que peores resultados han conseguido, suponiendo un absoluto desprecio con la anterior gestora, coordinadores y afiliados en general, y que está abocado al fracaso». 

¿Rafael Rodríguez como candidato a la Alcaldía de Cuenca?. En la conversación con el grupo de cargos electos y orgánicos descontentos con la forma de proceder en el partido, surge una anécdota que puede valer su peso en oro. Según explican, en el evento VIVA22 del pasado octubre, la actual secretaria del comité provincial, Marisol Galán (entonces todavía sin designar), «ya presentó delante de la gente a Rafael Rodríguez (actual vocal) como candidato a la Alcaldía de Cuenca». 

De esta forma, intuyen que «desde agosto» la nueva cúpula provincial de Vox ya conocía quién iba a ser su candidato, pues la directriz que existía en el partido era que a partir de ese mes las listas de la capital y de los municipios más importantes estuvieran encaminadas.