Una asignatura pendiente

SPC
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No seguir el horario o no completar la duración de un tratamiento son los fallos más habituales de los enfermos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que solo el 50 por ciento de los pacientes toman los fármacos correctamente. Este dato preocupa a la comunidad científica, ya que "un uso responsable de un medicamento es el que permite lograr su fin: curar y reparar la salud de las personas, pero también evitar consecuencias negativas como efectos secundarios, interacciones no deseadas o pérdida de eficacia, así como frenar un coste personal, social y sanitario innecesario", según explica Manuel Escolar, responsable del Departamento Médico de Cinfa.

Es por tanto esencial que la persona que toma el fármaco se implique para seguir las pautas indicadas y obtener así todo el beneficio que puede ofrecer un medicamento y evitar también posibles efectos adversos. En este sentido, Escolar insiste en que "aunque la prescripción depende del médico y su dispensación, del farmacéutico, nosotros, como pacientes, somos los responsables de comprender y cumplir el tratamiento que nos indican y las pautas de los profesionales sanitarios", apunta.

Sin embargo, las cifras de incumplimiento de los tratamientos son altas, sobre todo en patologías frecuentes como la hipertensión arterial, el colesterol o la diabetes.

Por ejemplo, en la enfermedad vascular, se calcula que hay un 39 por ciento de abandono de los medicamentos indicados por el médico de familia y un 22 por ciento de los prescritos por los especialistas. "Es muy importante que el plan de tratamiento sea negociado entre el profesional sanitario y el paciente. Esto significa que, por ejemplo, este debe informar a su médico de cuándo le viene mejor tomar el fármaco, su nivel de ejercicio, dietas que sigue, etc. Ello facilitará su adherencia al tratamiento o, dicho en otras palabras, le ayudará a seguirlo de la manera más completa y fiel posible a las instrucciones", explica.

Los fallos más habituales a la hora de medicarnos son no seguir el horario en el que hay que tomar cada dosis o no completar la duración de un tratamiento cuando el paciente se siente mejor. También puede ocurrir que se olvide hacer alguna toma cuando estamos de viaje o que no se sigan las recomendaciones relativas a la importancia de tomar o no esos fármacos junto con determinados alimentos.

Asimismo, como concluye el experto de Cinfa, "debemos esforzarnos por explicar a nuestro médico los síntomas o los medicamentos que tomamos y no olvidarnos de datos relevantes, lo que resulta muy habitual entre las personas mayores. Tan importante es comunicar correctamente todo esto al médico, como seguir sus indicaciones respecto al tratamiento o los cambios en nuestro estilo de vida".