El Museo de Emiliano Lozano, en Casa Parada, estrena a partir del 1 de julio su renovación más importante desde que la familia Lozano de la Pola donó al pueblo en 2006 más de 300 obras del ilustre artista taranconero. Un total de 70 nuevas obras, pinturas, dibujos, bocetos y fotografías también, pasan a incrementar la oferta expositiva, que se ha reestructurado en las nueve salas en las que está distribuida, más la galería, donde se ha colocado la muestra del proyecto Loza, Luna, dos tiempos... Un latido, con obras de Emiliano Lozano Moreno (1909-1995) de los años 50-60 del siglo pasado y de hace diez años del fotógrafo José Ramón Luna de la Ossa.  

La familia Lozano de la Pola se comprometió en la Comisión de Seguimiento del convenio suscrito con el Ayuntamiento a realizar esta nueva aportación, en donación y préstamo, una vez que el Consistorio instaló un ascensor, ya que la colección municipal está en la primera planta del edificio de Casa Parada desde el año 2011, antes tuvo otras ubicaciones.  

«Ha habido cambios de ubicación de la colección y reorganización por tanto, pero una renovación tan importante no había habido desde que se creó la colección», expuso ayer el concejal de Cultura, Turismo y Patrimonio, Raúl Añover, que aclaró que algunas de las obras nuevas han sido donadas y otras son préstamos de familiares que tenían el cuadro en su casa, por lo que «estamos estudiando si probablemente realizar una reproducción para poder devolver el original al propietario, como se ha hecho con los carteles que realizó de los emblemáticos comercios de la calle Zapatería, La Esmeralda y La Hermosilla». Por su parte, María Fernández de Terán, en representación de la familia Lozano de la Pola, puso de manifiesto que somos muchos los que admiramos a Emiliano y su obra es realmente una parte fundamental del patrimonio artístico y cultural del siglo XX y como tal es necesario cuidarlo». 

Después de mucho tiempo, el Ayuntamiento volverá a restaurar un cuadro de Emiliano Lozano, en concreto, un bodegón realizado por el artista taranconero en los años 30 del siglo pasado. Asimismo, coincidiendo con las fiestas patronales una de las salas del museo acogerá de manera temporal, como viene siendo habitual, una muestra de un artista de Tarancón. 

Además de velar por la protección de las piezas donadas, entre los acuerdos del convenio de cesión  al Ayuntamiento también está la divulgación de su arte para situarlo en el lugar que merece, por lo que, entre otras acciones, a lo largo del año se realizan visitas guiadas al museo, con talleres, para escolares. 

«Con esta renovación vamos a volver a descubrir la gran figura que es Emiliano», insistió De Terán, que recordando la frase del científico Jorge Wagensberg, significó que «lo importante de un museo no es que la gente vaya, sino que la gente vuelva». Asimismo, Raúl Añover anticipó que 2022 va a ser «muy importante para la colección Lozano, por esta renovación, la restauración de obra de nuevo y la catalogación de la obra en dos volúmenes más». Toda una apuesta cultural que revalorizará la obra, y también la vida, de Emiliano Lozano. 

La inauguración de esta renovación es el viernes a las 21 horas, con la presencia de autoridades y familiares, como las nietas del pintor. 

El detalle

Desde septiembre de 2020 se está trabajando en la segunda fase de catalogación de obras de Emiliano Lozano, que finalmente dará lugar a dos libros, que ya están en la imprenta. Así lo confirmó ayer el concejal de Cultura, Raúl Añover, que recordó que el primer tomó sobre la vida y obra del pintor se publicó hace más de diez años. En los últimos meses se han visitado hogares de numerosos vecinos con obras del ilustre artista para catalogar más de 2.000 trabajos. El fotógrafo José Ramón Luna se ha encargado de realizar las fotografías  de cada una de las piezas una vez que los propietarios habían sido localizados por la escritora e investigadora Milagros Carranza, con la colaboración de la directora de Museos y Exposiciones del Ayuntamiento, Mari Cruz Pradana. Aunque se calcula que la totalidad de la obra de Lozano estaría compuesta por cerca de 3.000 piezas, las personas inmersas en este proyecto consideran que «localizar todos los trabajos es una utopía».