Darío Dolz: «Con una legislatura más me sentiría satisfecho»

Leo Cortijo
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Darío Dolz está «convencido» de que cuatro años más puede ser tiempo «suficiente» para desarrollar lo que él mismo llama «el proyecto», y por eso es tajante al señalar que «en una situación de normalidad podemos dar mucho más de sí».

Darío Dolz: «Con una legislatura más me sentiría satisfecho» - Foto: Reyes Martínez

Escuchándole, parece no albergar dudas. Darío Dolz está «convencido» de que cuatro años más puede ser tiempo «suficiente» para desarrollar lo que él mismo llama «el proyecto». Entiende que sería lo justo después de las mil y una piedras que el destino le ha puesto en su camino en esta tortuosa legislatura. Aunque reconoce que todavía no piensa demasiado en la cita electoral del año que viene, sabe que el sprint final será clave.

A menos de un año ya para las próximas elecciones, ¿en qué piensa el alcalde de Cuenca?

En lo único que pienso es en el día a día y en seguir trabajando por sacar cosas adelante para nuestra ciudad en todos los ámbitos. Sean actuaciones municipales o sea en captaciones de empresas para que se instalen en Cuenca. 

Dice que sigue pensando únicamente en el día a día, de acuerdo, pero entiendo que no hay duda de que Darío Dolz será el candidato del PSOE a la Alcaldía, ¿verdad? 

No hay ninguna duda en ese sentido, pero yo sigo trabajando en el día a día, y cuando llegue la época, digamos, más preelectoral me centraré más en ese sentido.

Esto es la ley de los vasos comunicantes. Cuando en la otra formación apareció el nombre de Pulido también se empezó a hablar de qué iba a pasar en el PSOE. ¿En algún momento se vio fuera de la candidatura socialista al Consistorio?

Honestamente, siempre he tenido el respaldo de los míos y así me lo han manifestado en varias ocasiones. 

¿Teme a Francisco Pulido como rival político o más vale enfrentarse a alguien que ya conoce? 

Primero tendrán que decir que es el candidato de una forma abierta y clara, porque parece que lo dicen... pero no lo explicitan públicamente. Nos conocemos desde hace muchos años, coincidimos en algunas de las fundaciones que ahora mismo presido, como es el caso de la Fundación Gustavo Torner, y el ambiente es distendido y por qué no decirlo, de amistad. Lo considero un amigo, cada uno con su parámetro político bien diferenciado, eso sí. Lo que sí espero y deseo es que lo anuncien ya de forma contundente, porque parece que es un quiero pero no lo digo… No sé, que se aclaren en ese sentido.

¿Ve posible que se presente una fuerza independiente o cree que ese capítulo ya está cerrado? 

No lo sé, la verdad. Hemos vivido dos años en armonía, con nuestros dimes y diretes, pero sí puedo decir que me une una amistad inquebrantable con el líder de esa formación, Isidoro Gómez Cavero, y prueba evidente la damos en los plenos, pues la parte resolutiva sale por una amplia mayoría y así espero que ocurra con el Pleno de los presupuestos, que se celebrará el próximo día 13. 

Para ese Pleno de presupuestos, por cierto, entiendo que no espera ninguna sorpresa y que saldrán adelante sin mayor problema… 

Sí, no creo que haya ningún tipo de problema. Son unos presupuestos que tenemos que aprobar sí o sí para el funcionamiento ordinario de este Ayuntamiento. Por lo menos, si no se aprueban por una amplia mayoría, que no se entorpezca por nadie su aprobación. Los grupos políticos que han tenido responsabilidad de gobierno saben de la importancia de aprobar estas cuentas, que serían las terceras de forma consecutiva en esta legislatura. También con un marcado carácter de reducción de la deuda municipal, y es que cuando termine este año habremos disminuido la deuda en casi 17 millones de euros. Estaremos a las puertas de salir de una forma fundamental del Plan de Ajuste, venga quien venga después... aunque queremos seguir nosotros gobernando [risas]. 

Si le tuviese que poner calificación a estos tres años de gestión en el Consistorio, ¿cuál sería la nota?

Le pondría un 7,5. Es verdad que hubo que hacer unas gestiones muy difíciles y totalmente nuevas para la coalición que existía en ese momento. No subo al 8 porque ha habido cosas que deberíamos haber resuelto con mayor prontitud. Las dificultades y los mecanismos de contratación nos han impedido llevar un ritmo más firme y con mayor contundencia del que hemos llevado. 

¿Qué pasa en este Ayuntamiento para que reponer una papelera o arreglar un bache cueste un siglo? 

La Administración en sí es un elefante que se mueve lento. A la hora de poner en marcha actuaciones nos encontramos con tropiezos administrativos. Esta maquinaria se tiene que engrasar con mayor efectividad. Necesitemos colaboración de todo el funcionariado del Ayuntamiento porque por muchas cosas que nosotros deseemos hacer, si no tienen un respaldo técnico, jurídico y administrativo detrás, no puedes hacer nada. Este Ayuntamiento adolece de ese engranaje más efectivo para que las cosas que se quieren hacer se consigan de una forma más rauda y veloz de la que se están consiguiendo. Lo digo con toda claridad. 

A pie de calle, ¿en qué han notado los conquenses su gestión? 

En algunos parámetros ha habido un cambio radical, y me ciño en todo lo que tiene que ver con la limpieza de la ciudad, que la hemos mejorado ostensiblemente. Hay proyectos que se van a ver de forma más o menos inmediata por la sintonía de las administraciones, como los remontes mecánicos, la conexión al hospital o el Parque Científico y Tecnológico. El Centro de Estudios Penitenciarios, aunque es cierto que tienen que adecuar el colegio San Julián, ya es una realidad. En el nivel más municipal, se está finalizando la urbanización de Cerro de la Horca, las obras de La Paz entran ya en periodo de contratación y ahora hemos puesto sobre la mesa 1,2 millones de euros para reparaciones de mantenimiento urbano y otros 400.000 euros que se van a adjudicar esta semana para pintado de la ciudad. No vamos a parar aquí, vamos a acometer la segunda fase de la rehabilitación y recuperación de zonas infantiles; se ha empezado a meter bocado a los proyectos Edusi; arreglaremos el colector de Astrana Marín, con la demolición del polideportivo... Se han estado cociendo durante mucho tiempo muchos proyectos y van a empezar a ver la luz de una forma ya real durante este verano y en el próximo otoño. Hay muchas cosas apuntadas y de muchas vamos a ver el desarrollo en ejecuciones tangibles en los próximos meses. 

Enumera muchos proyectos estrella que ya se apuntaron al inicio de la legislatura. O se han dejado o las circunstancias los han relegado a las postrimerías del mandato. Algunos dirán que es de mal estudiante dejar todo para septiembre. ¿Cree que el alumno acabará sacando el curso? 

Lo acabará sacando en septiembre, aunque no creo que sea de mal estudiante. Las cosas han venido como han venido. Aunque muchos digan que no, la gente normal ha visto lo que ha supuesto la pandemia y cómo nos hemos dedicado a otros menesteres que eran más urgentes. Cuando ya pensábamos que salíamos, venía otra ola que paralizaba muchas de nuestras intenciones… No cabe duda de que nos ha marcado de una forma fundamental. Un año en concreto lo hemos perdido por culpa de la maldita pandemia.

Y luego los imponderables… ¿No tiene la sensación de que había montando un circo y le habían crecido los enanos en forma de agujeros en la ciudad? 

No sabemos si hay alguien metido por debajo que está tocando las entrañas de la ciudad… Son las obras no deseadas: la ruptura del colector, el hundimiento de Canónigos, los agujeros que nos están saliendo... Cada vez que nos llaman del servicio de aguas diciéndonos que hay un hundimiento, casi ponemos velas para que sea poco. Lo más reciente ha sido el hundimiento en el Paseo del Ferrocarril, donde hay que cambiar 15 metros de colector, otro en la entrada a la ciudad, aunque parece que no hay problemas con un colector que pasa por abajo, y uno más en la plaza de toros pero de menor envergadura… Esto denota una falta de mantenimiento desde hace muchísimos años de algo que no se ve, que son los colectores de la ciudad. Y ya no hablemos de la Filomena y de los daños en El Sargal o la múltiple caída de árboles por tormentas fuertes… ¡Nos ha pasado de todo! 

¿Cree que está pagando el pato de la inactividad en el mantenimiento de legislaturas anteriores? 

Hace dos legislaturas estuve yo y además con responsabilidades en Obras, pero ahí teníamos otra contingencia de una índole muy importante, y es que estábamos pagando la fiesta que prodigaron los anteriores. En la legislatura 2007-2011 se tiró con balas del rey, cambió el signo político y en 2012 nos cayó un Plan de Ajuste que todavía estamos pagando y del que estamos a punto de salir. Nos hacen falta cuatro años más para que no nos comamos siempre lo malo, para que también disfrutemos un poco del honor de ser alcalde de la ciudad. Una cosa que puedo decir bien alto y claro es que, ni entonces ni ahora, la política me ha cambiado. Sigo siendo el mismo con sus bondades y defectos, pero no me ha cambiado la forma de ser. Las cosas se sacan adelante con trabajo y constancia, y si aún con eso tropiezas, pones más constancia y más trabajo. Así voy a seguir siendo. Esté donde esté. Uno de los mejores alcaldes que ha tenido esta ciudad, Martínez Cenzano, me dijo que esta silla no me cambiara y lo he seguido a pies juntillas. No soy prepotente, soy humilde, estoy abierto al diálogo en todo momento, no hago enredos en las redes sociales ni hago cosas extrañas ni me creo más que nadie... Solo soy un servidor público al servicio de todos los conquenses.

¿Cuatro años son insuficientes para desarrollar un proyecto completo? 

Cuatro años, y más después de los tres que llevamos, han sido insuficientes para gestionar este Ayuntamiento, y lo digo con toda claridad. La tendencia cuando iniciamos la legislatura era de ir escalando y en 2020 hubo un cercenamiento en esa subida, bajamos otra vez a los infiernos y las fluctuaciones con las diferentes olas nos han impedido coger un ritmo fuerte y seguro, aunque no se ha dejado de trabajar. Espero que los ciudadanos confíen de nuevo en nosotros porque vamos a demostrar que en una situación de normalidad desde todos los puntos de vista, podemos dar mucho más de sí y relanzar a nuestra ciudad a otros niveles.

El poder desgasta, es lógico. ¿Cree que es posible volver a transmitir confianza en el electorado o lo ve realmente complicado? 

No es nada fácil. El poder desgasta, está claro. Tienes la responsabilidad de resolver los problemas que se generan en tu ciudad. Esto se demuestra con hechos, es así de simple; aunque es verdad que ha habido periodos legislativos en el Ayuntamiento en los que se han hecho muchas cosas y el electorado ha cambiado de signo. No sé por qué... Pero es verdad que mejorar la ciudad es, a priori, una buena carta de presentación. Por eso te decía que en lo que resta de año habrá cambios tangibles. Lo único que pido a los conquenses es que nos den su apoyo durante una legislatura. Con una legislatura más me sentiría satisfecho para poder desarrollar nuestro proyecto. 

El Casco Antiguo y el resto de la ciudad parecen dos mundos distintos. ¿El centro y los barrios no son una de las tareas pendientes? 

Son dos mundos distintos, es verdad. Como también lo es que desde hace 25 años ha habido un impulso decidido al Casco por el que podemos sacar pecho por cómo está, con matices, porque hay que arreglar algunas cosas. Es verdad que el centro es la asignatura pendiente… El edificio de la esquina de las calles del Agua y Tintes es kafkiano; no es de titularidad municipal pero eso es algo que tenemos que coser antes de que acabe la legislatura. Todos hemos intentado la remodelación de la plaza del mercado, y es verdad que ya está el proyecto, pero también que hay un colegio profesional que impide el desarrollo normal. En definitiva, nos tenemos que fijar más en lo que no es el entorno del Casco Antiguo y en los barrios. Hay mucho trabajo por hacer...

Entre medias está la reintegración de los terrenos de Renfe y el Plan XCuenca… ¿Eso puede ser el trampolín para que esto sea tierra de oportunidades y no de emigrantes? 

Ese proyecto transgrede no solo la legislatura que viene, sino otra más. Hemos dado pasos decididos en esa dirección. El turismo es el motor principal de la ciudad, lo sabemos, pero también nos pusimos manos a la obra para generar mejores situaciones económicas para la ciudad y estoy hablando de la instalación de nuevas empresas. Hemos ganado capacidad de poder contratar a más gente de la que ya estaba trabajando y los últimos datos de paro ahondan en esa circunstancia. Desde 2008 no se veían unos niveles así. Estamos en una situación muy buena de captación de empresas y seguimos trabajando ahí, con compañías distintas del sector turístico, ya afianzado. 

En algún momento de esta legislatura me dio la sensación de que perdió por completo la sonrisa en las fotos ¿En lo personal cómo ha pesado ser alcalde estos tres años? 

Soy una persona que ve el vaso medio lleno y no medio vacío. Por mi profesión, cuando he trabajado fuera del Ayuntamiento, me he bregado en mil batallas y he sufrido situaciones de estrés muy duras… Si te digo que en 2005 me dijeron que tenía que ir al levantamiento de los cadáveres de los fallecidos de Guadalajara, doy un botón de muestra de mis vivencias personales. Los incendios me han hecho vivir situaciones límite. Ese bagaje profesional me ha enseñado que hay cosas que tienen solución y otras que no, tristemente. En las que la tienen hay que seguir trabajado. Ha habido situaciones dramáticas que me han pesado mucho, como la pandemia o el derrumbe de Canónigos. Todo lo que nos ha pasado nos ha dado cuajo. A mi equipo le digo que qué más nos puede pasar. 

¿Dónde encontró el aliento y el apoyo en esos momentos tan duros?

En el equipo de Gobierno... En algunas ocasiones he llorado junto a ellos y nos dábamos ánimos entre todos. Anímicamente estoy bien porque soy una persona positiva por naturaleza, y muchas veces muestro ese vaso medio lleno a mi equipo. Pero sobre todo en casa. Mi mujer y mis hijos son un pilar fundamental [se emociona]. 

Dígame una alegría, una sorpresa, una tristeza y una decepción de estos tres años de legislatura. 

La alegría llegó el 21 de abril de 2021, cuando comunicaron que el Centro de Estudios Penitenciarios venía a Cuenca. Una sorpresa grata muy reciente fue el anuncio de que Cuenca acogerá el grado de Ingeniería Biomédica. Una tristeza, todos los fallecidos durante la pandemia. Y una desilusión, algunas posturas de algunos grupos políticos ante situaciones nunca antes vividas y cómo intentaron hacer leña del árbol caído. 

Verle emocionado me lleva a preguntarle si cree que es demasiada buena persona para ser alcalde. 

Pues eso me dicen. No voy a cambiar. No sé trabajar de otra manera que escuchando mucho al equipo y corrigiendo cuando toca. No sé si hay que ser mala persona para ser alcalde, yo desde luego soy alcalde y creo que no soy mala persona.